
Celebrar es algo innato a la persona humana y a las comunidades: se celebra la vida o algún hecho agradable o positivo; se celebra una fiesta religiosa o un hecho que tiene que ver con la vida civil o con el deporte, se celebra un triunfo sobre algo que involucra a alguna comunidad, región o algo de carácter nacional, etc.
Los cristianos también celebramos personas o acontecimientos que tienen que ver con la intervención de Dios a favor nuestro. Entre estos está la Navidad en la que celebramos la encarnación del Verbo Eterno de Dios en las entrañas virginales de María por obra del Espíritu Santo y su nacimiento en Belén. Este acontecimiento ha sido llamado por el Beato Pablo VI, “el milagro de los siglos” y por eso, en todos los lugares en donde hay comunidades cristianas las luces, los villancicos, los regalos, las cenas y otras manifestaciones acompañan la Navidad.