La Diócesis de Cúcuta vivió el misterio del amor incondicional

La Semana Santa es la meditación del “misterio del amor incondicional, pleno y total de parte de Dios para con la humanidad”, fue esta una de las afirmaciones del Obispo de la Diócesis de Cúcuta, Monseñor José Libardo Garcés Monsalve, en la celebración de la Pasión del Señor, transmitida en vivo el pasado Viernes Santo desde la Catedral San José. De este modo, cada uno de los días santos, esta porción del pueblo de Dios, contempló con fervor el plan de salvación.

Después de una intensa preparación en Cuaresma y el trabajo personal de cada fiel bautizado por responder al sacrificio que Jesús realizó por los hombres en la Cruz, la Iglesia Particular que peregrina en la frontera nortesantandereana, vivió junto a los sacerdotes, diáconos transeúntes y permanentes, seminaristas y comunidades parroquiales, la Semana Mayor, desde el 24 de marzo (Domingo de Ramos) al 31 (Domingo de Resurrección), evidenciando una participación masiva en cada uno de los momentos, tanto generales, como particulares en las parroquias. Por su parte, los medios de comunicación diocesanos estuvieron transmitiendo en vivo las principales celebraciones, para llevar a todos los rincones el misterio central de la fe cristiana.

Domingo de Ramos

Con la bendición de los ramos, frente al Parque Santander en el corazón de la ciudad de Cúcuta, se dio apertura a la Semana Santa 2024; signo que conmemora la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, donde fue aclamado como Rey y Mesías. La celebración estuvo presidida por el señor Obispo, quien invitó a los fieles a “mirar y contemplar el Crucificado y aprender de Él, para solucionar los conflictos a través del perdón, la reconciliación y el diálogo”. Seguidamente se compartió el banquete de la Palabra en la Catedral San José.

Lunes Santo

El Lunes Santo, desde las 7:00 a.m., más de 15 grupos de las Asociaciones de Hermandades de Nazarenos de las comunidades parroquiales, organizaron ―como es tradición― el Viacrucis, uniéndose las instituciones públicas, privadas y comercios de la zona céntrica de la ciudad; así mismo, fueron convocadas todas las fuerzas vivas de la Iglesia, para que, acompañados por el Obispo de la Diócesis de Cúcuta, se meditaran las estaciones de la dolorosa Pasión del Señor. El recorrido inició en la parroquia San Rafael Arcángel y culminó en la parroquia San Antonio de Padua (Cúcuta), con la celebración de la Santa Misa, donde Monseñor otorgó el ministerio del acolitado a Rodrigo Melo, José Gregorio Ortiz y Jorge Argemiro Cárdenas Góngora, quienes pertenecen a la escuela de diaconado permanente de la Diócesis.

Jueves Santo

La celebración de la Cena del Señor, se transmitió en vivo desde la Catedral San José, momento que abre el solemne Triduo Pascual; en este día se recordaron los tres grandes regalos de Jesús: la Eucaristía, el sacerdocio y el amor, los cuales Monseñor José Libardo, los reconoció como “dones maravillosos”, recalcando que, elsacerdote, “ungido por Jesús, es convertido en una extensión de Él para ser otro Cristo en medio de la comunidad”. Por esto, el señor Obispo, resaltó la importancia de orar por los sacerdotes, para que puedan perseverar en su ministerio, ya que “el espíritu del mal en su labor ataca a los sacerdotes, para que, cayendo ellos como cabeza, no haya dispensadores de la gracia”.

Hacia las siete de la noche de este día santo, el equipo del Centro de Comunicaciones, realizó el cubrimiento de la visita a los monumentos de parroquias ubicadas en la ciudad de Cúcuta, llegando hasta San Antonio de Padua, San Juan María Vianney, Catedral San José, Santísima Trinidad, Nuestra Señora de Lourdes, Nuestra Señora del Carmen y Ave María; contemplando, adorando y orando frente al Santísimo, los párrocos de cada una de estas comunidades recibieron la visita de los medios diocesanos.

Viernes Santo

Durante la madrugada del Viernes Santo estuvo lloviendo fuertemente, posteriormente, siendo las 4:30 a.m. y aún con algunas gotas de lluvia, más de 6.000 fieles bautizados cumplieron la cita frente a la parroquia Divino Niño e iniciaron uno de los actos de penitencia más significativos de la Semana Mayor: El Santo Viacrucis. Presidido por el Obispo de esta Iglesia Particular, peregrinaron hacia la parroquia Nuestra Señora del Rosario, un hecho sin precedentes que hace parte de la renovación de la Iglesia, ya que en otros años se realizaba un mismo recorrido.

Los niños y adultos del decanato Nuestra Señora del Rosario, presentaron dramatizados en las estaciones, que permitieron recordar con dolor y agradecimiento la entrega generosa de Jesús.

En la tarde del Viernes Santo, desde la Catedral San José, se conmemoró la Pasión del Señor y el Sermón de las Siete Palabras. Acompañando al señor Obispo con las reflexiones, estuvieron los presbíteros: Diego Fernando Huertas Marulanda, párroco de la Catedral San José; Antonio Caballero Peñaloza, vicario parroquial de la Catedral San José; Diego Eduardo Fonseca Pineda, director del Centro de Comunicaciones diocesano; los diáconos Héctor Gabriel García Torres (diác. transeúnte) y Raúl Ignacio Benítez Acevedo (diác. permanente).

Monseñor José Libardo insistió en que el amor incondicional de Dios “nos perdona, nos limpia y nos conduce hacia la salvación”.

Sábado Santo

El día del silencio, donde acompañando a María en su dolor, los fieles bautizados contemplan la Muerte de Jesús y esperan su victoria en la solemne Vigilia Pascual, la cual se vivió en la Catedral San José; allí, al caer la tarde, de manos del Obispo se bendijo el fuego, para disipar las tinieblas y darle paso a la luz, la luz de Cristo Resucitado.

Asimismo, fue bendecida el agua, para renovar las promesas bautismales y nacer de nuevo con Jesús. Monseñor José Libardo expresó que, “Jesús entregando su vida, ha rescatado y redimido a cada uno de nosotros, que por el bautismo también hemos sido sepultados con Cristo para resucitar con Él”, por ello, “debemos sepultar el pecado para vivir una vida nueva en Cristo Jesús”.

El señor Obispo manifestó la importancia de recurrir al sacramento de la reconciliación, porque la fe se debilita constantemente y la confesión “es como un segundo bautismo, que permite que todas las personas puedan seguir unidos y en gracia de Dios”, explicó.

Domingo de Resurrección

Al clausurar el Triduo Pascual con la triunfante Resurrección de Jesucristo, se celebró la Sagrada Eucaristía el domingo 31 de marzo en la Catedral San José, quedando abierta la invitación para todo el pueblo de Dios de la Diócesis de Cúcuta, a experimentar un encuentro constante con el Resucitado y reconocer en Él al Buen Pastor que apacienta sus ovejas, tal como lo indica el lema que se reflexionará durante el mes de abril en esta Iglesia Particular: “Tú eres el Cristo, apaciéntanos Señor”.

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