Fue el lema que acompañó la Fiesta de la Divina Misericordia realizada el 12 de abril en las instalaciones del colegio Calasanz de Cúcuta. Más de 2 mil fieles católicos acompañaron esta celebración que contó con la presencia de monseñor Julio César Vidal Ortiz.
“Misericordiae vultus” es el nombre de la Bula o documento con el cual el Papa Francisco hizo oficial la convocatoria al Jubileo Extraordinario de la Misericordia, el 11 de abril, en la Basílica de San Pedro. El deseo del Papa es que este Jubileo, pueda convertirse en una oportunidad para «vivir cada día la misericordia que desde siempre el Padre dispensa hacia nosotros”.
La Pastoral Social de la Diócesis de Cúcuta en alianza con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), en el marco del proyecto ‘Integración Local’, hicieron posible la inauguración del polideportivo del asentamiento humano Las Delicias, en la Comuna nueve de la Ciudad.
En su mensaje para el Día de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas del Conflicto Armado, el obispo de Cúcuta, Monseñor Julio César Vidal Ortiz, llamó la atención sobre la necesidad de brindar mayor acompañamiento a las víctimas, “aquellas que no han sido atendidas, que les ha tocado una vida fuerte, con incertidumbre, sin futuro (…) A mí me parece que tanto el gobierno como toda la dirigencia colombiana, con esto me refiero a los partidos políticos, a los industriales, a los ganaderos, debemos hacer un pacto por la paz de Colombia. No solo lo que se está haciendo con las Farc y lo que se pueda hacer con el ELN, los grupos llamados Bacrim, es importantísimo, tenemos que buscar la reconciliación del país, porque esto es un remolino que nos va llevando a todos”, enfatizó el obispo.
Tras los hechos de violencia que han golpeado al departamento en la última semana, en la que perdieron la vida tres policías como consecuencia de un ataque a una patrulla de carabineros en el corregimiento Banco de Arena, municipio de Puerto Santander; y, resultaron heridos ocho civiles, miembros de una misma familia, en otra acción terrorista en la base militar de Hacarí (Ocaña), Monseñor Julio César Vidal reiteró el llamado a frenar estos actos de violencia que “no dejan sino llanto, pobreza, destrucción”.
Jesucristo nuestro Señor ha resucitado para afirmarnos en la fe, porque bien lo dice San Pablo: “Si Cristo no hubiera resucitado, vana sería nuestra fe” (I Cor. 15,14), pero no es la fe simplemente en un muerto que vuelve a la vida, sino del mismo Jesucristo, la vida misma, que resucita, es decir, toma un cuerpo glorificado estructurado humanamente, plenificando en si mismo toda la realidad y después de vencer y asumir el pecado de la humanidad como propio, sanarlo, perdonarlo y manifestar a través de esta nueva vida que explora en la resurrección, que él ha sido constituido señor de todo y que todo en él sigue teniendo su consistencia (Col.1,16).
“Con la Resurrección Cristo llama al hombre a compartir con Él una vida gloriosa, superlativa, lejos de la muerte, el dolor y de toda clase de imperfección” recordó el obispo de Cúcuta, monseñor Julio César Vidal Ortiz, en su mensaje de Pascua a todos los cristianos de esta Iglesia Particular.
La Diócesis de Cúcuta se une en oración por la pronta recuperación del sacerdote Héctor Bonilla Jaimes, párroco del Santísimo Redentor, parroquia ubicada en el barrio Lleras de la capital nortesantandereana, quien sufrió quemaduras de segundo grado en cuello y rostro, durante la celebración de la solemne Vigilia Pascual.
En el transcurso de la noche Santa participamos en el Misterio Pascual por medio de la celebración de los sacramentos del Bautismo y de la Eucaristía. Hoy es la fiesta de las fiestas y el día de Cristo el Señor por excelencia.