Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará” (Mt 16, 18), son las palabras de Jesús a Pedro después de su profesión de fe, cuando el Señor les preguntó quién era Él para los discípulos que lo seguían. Esta es una verdad fundamental de nuestra fe, sobre la cual se basa la certeza que Jesucristo fundó la Iglesia y eligió a Pedro y a sus sucesores como piedra angular de la misma. “Te daré las llaves del Reino de los cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo” (Mt 16, 19). Esto es lo que le da fuerza y solidez a la fe, por eso proclamamos con fervor que nuestra Iglesia es Apostólica.