Por imposición de manos y oración consecratoria de Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, Obispo de Cúcuta, recibieron el Orden Sacerdotal los diáconos: Pedro Andrés Daza Correa, Roberto Alfonso Garzón Guillén, Samuel Alexis Arias Meza, Antonio Caballero Peñaloza, Wilmer Alberto Maldonado Arias, Luis Eduardo Álvarez Díaz y Gabriel Peña Arciniegas; asimismo, fueron ordenados diáconos los seminaristas: Ernesto Melo Gélvez, Leonardo Mendoza Gélvez y Jesús Alonso Rodríguez Veloza.
Durante la celebración eucarística, en la Catedral San José de Cúcuta, Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid recordó a los neopresbíteros y nuevos diáconos el compromiso que tienen de “ser imagen de Cristo en la comunidad (…) Hoy le entregan vida, voluntad y fe al Señor”, destacó el obispo, quien también pidió a estos nuevos pastores y servidores de la Iglesia Católica “vivir la vocación con altitud (…) que sus vidas y comportamiento manifiesten claramente que son expresión del querer de Dios”.
“Mirando a Cristo, ustedes serán signo de misericordia de Dios para los hombres, dando la vida por las ovejas, realizando sobre el altar el misterio de la redención eterna, este es el llamado que nos está haciendo el Papa Francisco desde hace tantos días. Como a Jeremías el Señor los ha llamado, los ha invitado, los ha puesto aquí desde siempre, les tenía escrito en el plan para ustedes el ser sacerdotes o diáconos”, señaló el prelado.
El Obispo de Cúcuta, también, explicó que “en la teología católica aprendemos que tres son los sacramentos que marcan imborrablemente la vida del hombre: el sacramento del Bautismo, que nos hace hijos de Dios; el sacramento de la Confirmación en el cual recibimos los dones del Espíritu Santo para ser testigos y; por último, el sacramento del Orden que hace participar a algunos de los fieles, hombres, en el ministerio apostólico del Obispo. A ustedes queridos hermanos el Señor le habla hoy en ese misterio grande, en esa configuración en la persona y en el nombre de Cristo Cabeza, en el cuál se configurarán para servir el Evangelio y llevar la redención a todos los hombres”.
Cientos de bautizados de distintas comunidades parroquiales acompañaron la celebración eucarística, el 26 de noviembre, manifestando alegría y dando gracias a Dios por la vida y ministerio de estos jóvenes que guiarán espiritual y pastoralmente esta Iglesia Particular.