San Faustino, sacerdote, pedagogo, científico y fundador
San Faustino Míguez nace en el año 1831 en Xamirás, una de las trece aldeas pertenecientes a Acebedo del Río, provincia de Ourense-España. Crece en un ambiente familiar enmarcado por una gran fe en Dios, la oración, devoción a María y la solidaridad con los más necesitados.
En su juventud, y sintiéndose llamado al sacerdocio, estudia en el Santuario de Nuestra Señora de los Milagros, en la provincia de Ourense. Allí su vida fue regada con un agua viva, regalo de Dios, que hizo brotar en su interior valores humano-religiosos y profundas convicciones. Todo ello le modela para acoger la llamada de Dios a entregar su vida.
Ingresa en el Noviciado de las Escuelas Pías de Madrid en diciembre de 1850. Es entonces cuando cambia su nombre de Manuel por el de Faustino de la Encarnación. Hizo su Profesión de Votos Solemnes el día 16 de enero de 1853 y fue ordenado sacerdote el día 8 de marzo de 1856, en la parroquia de San Marcos de Madrid.
En 1857 es enviado a la nueva fundación escolapia de Guanabacoa, en Cuba, En esta población se manifiestan sus dotes de educador y sus inclinaciones a la botánica y estudio de las propiedades terapéuticas de las plantas que desarrolla a lo largo de su vida, se siente llamado a liberar a la humanidad del sufrimiento en el cuerpo, ya que, como él mismo dirá: «Si a ejemplo de mi Divino Maestro debo mirar en primer término por la salud del alma, también estoy en la obligación de atender, según mis fuerzas, a la del cuerpo.»
En 1879 es destinado por segunda vez a Sanlúcar de Barrameda. Así como Calasanz vio la necesidad de educar a los niños de las calles de Roma, Faustino Míguez descubrió esa misma necesidad en las niñas de Sanlúcar de Barrameda. Impulsado por el Espíritu, dio respuesta a esa necesidad e inició una nueva obra: la Congregación de Hijas de la Divina Pastora, con el fin último de dedicarse a la educación integral de la infancia y juventud y de manera especial a la promoción de la mujer: «renovar la sociedad desde su misma base y hacer la felicidad humana, mediante una educación sincera… proponiendo una educación integral, que abarca la formación del corazón, los sentimientos, la personalidad y la ilustración de la inteligencia, y así «evitar que la inocencia del corazón se pierda entre las tinieblas de la ignorancia».
Se destaca por la dedicación a la dirección espiritual, confesionario y, sobre todo, la cercanía y humanidad con que acogía a quienes acudían a él. En definitiva, el Padre Faustino entendió su ser sacerdote escolapio como ser un hombre del pueblo y para el pueblo, educando y sanando, como Jesús de Nazaret y San José de Calasanz. Murió a los 94 años en Getafe en 1925.
En 1998 es Beatificado por San Juan Pablo II y el 15 octubre canonizado por el Papa Francisco.
En 1975 La comunidad religiosa llega al municipio de los Patios, invitadas por el padre José María Velaz, S.J y fundador del movimiento Fe y Alegría; para ser pionera de la nueva fundación, con el fin de educar a la población.
Las religiosas presentes actualmente en Cúcuta somos tres, Hna: Isaura Ballesteros Gil superiora de la comunidad y Directora del Hogar Infantil; Hna: Ana Elida Jaimes Capacho Maestra Jardinera del Hogar Infantil y Hna Teresa Figueredo Pastoralista del Colegio Integrado Fe y Alegría.
Actualmente el apostolado se concretiza en: Formación integral a niños y niñas de primera Infancia, grupo de misión compartida con docentes y padres de familia, exalumnos, formación catequistas en la parroquia, promoción de la mujer, acompañamiento Encuentros con Cristo y retiros espirituales con estudiantes, docentes y e Preparación de adultos para los Sacramentos
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