Católicas responden en el marco del día internacional de la mujer
Cada 8 de marzo se conmemora el día internacional de la mujer, como símbolo de la lucha de las mujeres por sus derechos y la libertad dentro de la sociedad. De esta manera, cinco referentes católicas compartieron su perspectiva sobre la interrogante del papel de la mujer católica en nuestra actualidad.
Según Frida Espinosa, cofundadora de la asociación ‘Juventud y Vida’ (JUVI) de México, ser mujer católica en este tiempo “es un reto bastante complejo. Hoy existen múltiples ideologías que nos quieren decir cómo ser mujeres sin poder responder a una pregunta fundamental de ‘quién es la mujer”, añadió.
Espinosa menciona que ser una mujer católica, implica que en muchas ocasiones deben aprender del ejemplo de María, su ternura y fidelidad; la valentía de Santa Juana de Arco; la fuerza en las decisiones de Isabel la católica; y sobre todo, no olvidar el estudio y la espiritualidad de Santa Brígida.
Por otro lado, la líder provida Mayra Rodríguez, mencionó que ser mujer católica en la actualidad es un juego bastante peligroso, pero resalta la perfección que se les regaló desde el cielo “Dios nos hizo perfectas: femeninas, madres, hijas, esposas, destinadas a servir, nutrir y proteger. Es difícil vivir en una cultura que no aprecia la dedicación de las mujeres a la familia, donde nos presionan a ser como los hombres. Dios nos hizo iguales, pero únicos en nuestras fortalezas según nuestro género” concluyó.
Seguidamente, Lourdes Varela, directora de ‘40 días por la vida en Iberoamérica’ habló de los retos de ser mujer, sabiendo que uno de ellos es la presión. Aquella que reciben las mujeres en la sociedad al exigirle cumplir con varias funciones; Además mencionó que, pese a las exigencias del mundo actual, las mujeres deben priorizar su hogar para preservar el valor de las familias dentro de la humanidad.
La hermana Silvia Somaré, una religiosa de origen argentino, concluyó que se inspiró en la figura de María Magdalena, una mujer que transita por la oscuridad y desafía las normas establecidas. Resaltó cómo María Magdalena buscó a Jesús por su compromiso como discípula, movida por su pasión y su amor.
En este contexto, instó a las mujeres a ser mediadoras y adoptar un espíritu de búsqueda, superando los límites convencionales y persiguiendo el mandato y el amor de Jesús en aras de una humanidad más compasiva.