Fotos: Centro de Comunicaciones de la Diócesis de Cúcuta
La Diócesis de Cúcuta dio apertura el Tiempo de Cuaresma en cada una de sus parroquias, celebrando la Santa Misa a lo largo del día e imponiendo la Ceniza. Por su parte, el Obispo de esta Iglesia Particular, Monseñor José Libardo Garcés Monsalve, presidió la Sagrada Eucaristía en la Catedral San José, con los concelebrantes: Monseñor Óscar Urbina Ortega, Arzobispo emérito de Villavicencio; los sacerdotes Diego Fernando Huertas Marulanda, párroco del templo madre; y Antonio Caballero Peñaloza, vicario parroquial.
En este Miércoles de Ceniza, se hizo eco a la invitación del Papa Francisco, para “vivir con el pueblo santo de Dios una experiencia particular de ascesis cuaresmal, en un camino sinodal”. Monseñor José Libardo, señaló que, al iniciar el camino de conversión, esta se enmarca “en dos pasos: primero, dejar un vicio, un pecado dominante que nos aleja de Dios; este paso culmina con el sacramento de la confesión, que nos purifica. Y segundo, transformar la vida en Cristo, hacernos uno con Él, paso que finaliza con el sacramento de la Eucaristía». Por esto, la Iglesia proporciona a los creyentes, momentos de gracia, para revisar y purificar la propia existencia, comenzando por el Miércoles de Ceniza.
“Iluminados por la Palabra de Dios, se nos invita hoy a esas tres actitudes que nos ayudarán a fortalecer la gracia de Dios en nuestras vidas: oración, ayuno, caridad”, el Obispo explica que estas virtudes se sugieren para ser vividas en el interior de cada uno, sin buscar protagonismo externo, ya que “nos hace bien entrar en ambiente contemplativo, para relacionarnos con el Señor, quien sabe lo que tenemos en el corazón y lo que nos hace falta”, asegura Monseñor.