En la Catedral se hicieron presentes entre otras personalidades, el gobernador de Norte de Santander, Edgar Díaz y el alcalde del municipio, Donamaris Ramírez París quienes, antes de iniciar la eucaristía, dieron un reconocimiento al alto jerarca de la Iglesia Católica y le entregaron las llaves de la ciudad.
Durante la homilía Monseñor Ettore Balestrero invitó a la conversión y a fortalecer nuestra fe, “todos somos invitados hoy a convertirnos; que esta celebración del Jubileo sea una celebración verdadera y no sea un show externo, que haya un corazón que cambie, una vida que cambia”.
“Por el miedo a sufrir el hombre se aleja de los demás, se divorcia, mete a los ancianos a los acilos, practica la eutanasia, aborta etc, lo más importante es que frente a esta situación de muerte que vivimos Dios ha dado una respuesta y esta respuesta se llama Jesucristo” enfatizó.
Precisó, además, que “Dios intercede por nosotros y desea entrar en nosotros, porque la Iglesia no son simplemente los templos. Nosotros somos el templo, Dios quiere habitar en el hombre”.
Finalmente, expresó “estoy muy contento de celebrar este Jubileo con ustedes ya que permite renovar nuestra unión con Cristo de corazón, con la sinceridad de nuestra alma. Si aceptamos la predicación que nos regala la Iglesia podremos renovar cada día nuestra propia persona, vida y luchar por un país verdaderamente justo y que progresa en la paz”.
Al finalizar la eucaristía monseñor Julio César Vidal Ortiz agradeció la presencia del señor Nuncio y de las autoridades civiles presentes.
El representante del Papa en Colombia trató además temas relacionados con el proceso de Paz, la Iglesia, el Papa Francisco y su visita a la capital nortesantandereana.