El Imponente recinto, cuna de pasiones, tristezas y alegrías, abrió sus puertas para una jornada en la que el protagonista no fue un balón de fútbol sino la juventud cucuteña, quien convocada por la Pastoral Juvenil diocesana, en el Año del Fe, vivió el Jubileo de los Jóvenes e Indulgencia Plenaria. Ceremonia en la que sus culpas fueron redimidas, tras un proceso de preparación en los colegios, que acercó a los jóvenes al Sacramento de la Reconciliación
Color, regionalismo y alabanzas a Dios Padre y la Virgen Santísima, hicieron parte de la celebración en la que Monseñor Julio César Vidal Ortiz, obispo de Cúcuta, exhortó a los muchachos a poner su mirada en Jesucristo: Camino, Verdad y Vida, optando por la verdad y el bien, instrumentos necesarios para la construcción de una sociedad más justa y fraterna.
“Vale la pena optar por la verdad y el bien. Ustedes, jóvenes, son el presente y futuro de nuestra sociedad, no se dejen llevar por los ídolos del mundo: el dinero, el poder y el placer (…) Si quieren encontrar luz para su mente y fuerza para su corazón, miren al Señor y acojan su Palabra”.
Finalizada la eucaristía, con la bendición del obispo, los participantes disfrutaron de un momento cultural, organizado por la Administración Municipal, con el que se buscó seguir ahondando en el fomento de los valores en los jóvenes de esta zona de frontera. Tarea emprendida bajo la alianza Iglesia- Estado, que ya dio sus primeros pasos con la reciente presentación del proyecto JUAN ( Jóvenes Unidos Artífices de una Nueva Sociedad), alianza Diócesis de Cúcuta- Alcaldía de la ciudad.