El Fondo de Adaptación, señaló el obispo, “el año pasado nos reunió y comunicó que es cierto que el gobierno no puede destinar una partida directa, pero que la presidencia, el Ministerio y el Fondo apoyarían a la comunidad para la reconstrucción del templo y ahora dice que la Constitución prohíbe que el gobierno asigne una partida para ello”.
“Esta es una visión muy minimizada”, ellos tienen que tener en cuenta lo que significaba para el gramalotero la presencia de Iglesia. Para esta comunidad su templo era el lugar emblemático, significativo. Ellos que han estado en la diáspora, como lo estuvieron los judíos, quieren ver reconstruido su templo y para eso el Estado tiene que apoyarlos”, enfatizó Mons. Vidal.
“En la encuesta que le hicieron a los gramaloteros al preguntar qué edificios querían que se les reconstruyeran, el que mayor votación tuvo fue su templo y eso se comprende porque en una comunidad de estas, la parroquia, es el punto de referencia, es el punto de unidad”.
“Por otra parte, nosotros podemos decir con sencillez que suplimos al Estado inicialmente. Nosotros, la Iglesia Católica, en la Diócesis de Cúcuta, respondimos inmediatamente, con lo que se señala en la carta de Mons. Luis Madrid, a esta emergencia que no tenía espera. Fuimos la institución que puso personas, acompañamiento, que dio alimento y la institución que dio los primeros albergues para la gente más necesitada y hemos mantenido y mantendremos la presencia y apoyo a la comunidad”.
Finalmente, Mons. Vidal pidió al Primer Mandatario de los colombianos que cumpliera su compromiso. “El señor Presidente se comprometió públicamente, sin excepción de ninguna naturaleza, a la reconstrucción del nuevo Gramalote (…) que lo haga entonces también con lo que es el signo fundamental y elemento de unidad de todos los gramaloteros, su templo”.