Los católicos no son perfectos, todos son seres humanos que comenten errores y se han arrepentido de ellos. Las acciones pasadas, presentes y futuras no condicionan a las personas, el arrepentimiento y la sencillez es lo importante y aquello que permite sobrellevar mejor la vida de todos los miembros de la Iglesia.
La Iglesia no es una comunidad de perfectos sino de discípulos en camino, que siguen al Señor porque se reconocen pecadores y necesitados de su perdón. La vida cristiana, entonces, es escuela de humildad que se abre a la gracia”, dijo el Obispo de Roma.
La catequesis general realizada por el Papa Francisco estuvo dedicada a la necesidad de que todo cristiano se sienta pecador puesto que “la vida cristiana es escuela de humildad que se abre a la gracia en la que se aprende a mirar a nuestros hermanos en la luz del amor y en la misericordia del Padre”, comentó el Pontífice.
“Jesús no excluye a nadie, Él es el buen médico que se compadece de nuestras enfermedades, no hay ninguna que Él no pueda curar, nos libra del miedo, de la muerte y del demonio. El Divino Maestro nos ofrece la salvación a través de la Palabra y de la Eucaristía, estas son las medicinas con las que nos nutre, nos transforma y nos redime”, manifestó el Sumo Pontífice.
Foto: es.radiovaticana.va
Con información: Resumen de medios católicos