En un mensaje con motivo de la Jornada Mundial de la Paz, que se celebrará el 1 de enero de 2018, el Papa Francisco pidió una actitud de acogida, comprensión y generosidad con los migrantes y refugiados que abandonan su patria huyendo de las guerras y la miseria y en busca de una vida digna.
En el mensaje, titulado “Migrantes y refugiados: hombres y mujeres que buscan la paz”, el Santo Padre critica la retórica del miedo difundida con fines políticos en algunos países de acogida y pide que se mire a los migrantes y refugiados como miembros de una misma familia humana.
1.- Un deseo de paz
El Pontífice subrayó el gran deseo de paz que hay en la humanidad, y exhortó a que ese deseo sea escuchado. “La paz es una aspiración profunda de todas las personas y de todos los pueblos, especialmente de aquellos que más sufren por su ausencia, y a los que tengo presentes en mi recuerdo y en mi oración”.
2.- ¿Por qué hay tantos refugiados y migrantes?
El Papa Francisco se refirió a las guerras, a las desigualdades y a las injusticias como principales motivos que empujan a esos millones de personas a abandonar sus hogares y embarcarse en un incierto viaje en busca de una vida digna.
“Los conflictos armados y otras formas de violencia organizada siguen provocando el desplazamiento de la población dentro y fuera de las fronteras nacionales”, siguiendo la tendencia iniciada con las guerras mundiales, genocidios y limpiezas étnicas del siglo XX, lamentó el Santo Padre.
3.- Una mirada contemplativa
Migrantes y población local de los países de acogida forman parte de una misma familia, recordó el Papa. La mirada contemplativa, alimentada por la fe, ayuda a “reconocer que todos, tanto emigrantes como poblaciones locales que los acogen, forman parte de una sola familia, y todos tienen el mismo derecho a gozar de los bienes de la tierra”.
4.- Cuatro piedras angulares para la acción
El Obispo de Roma propuso en el mensaje una estrategia para ayudar a los refugiados, migrantes y víctimas de la trata de personas a alcanzar la paz. Esa estrategia debería estar articulada alrededor de cuatro acciones: acoger, proteger, promover e integrar.
Acoger: “Recuerda la exigencia de ampliar las posibilidades de entrada legal, no expulsar a los desplazados y a los inmigrantes a lugares donde les espera la persecución y la violencia, y equilibrar la preocupación por la seguridad nacional con la protección de los derechos humanos fundamentales”.
Proteger: “Nos recuerda el deber de reconocer y de garantizar la dignidad inviolable de los que huyen de un peligro real en busca de asilo y seguridad, evitando su explotación”.
Promover: “Tiene que ver con apoyar el desarrollo humano integral de los migrantes y refugiados”.
Integrar: “Significa trabajar para que los refugiados y los migrantes participen plenamente en la vida de la sociedad que les acoge, en una dinámica de enriquecimiento mutuo y de colaboración fecunda, promoviendo el desarrollo humano integral de las comunidades locales”.
5.- Una propuesta para dos Pactos internacionales
El Papa se refirió a los dos pactos mundiales que a lo largo del año 2018 se adoptarán en el seno de las Naciones Unidas: uno para garantizar una migración segura, ordenada y regulada, y el otro sobre refugiados.
6.- Por nuestra casa común
Por último, el Pontífice recordó las palabras de San Juan Pablo II: “Si son muchos los que comparten el ‘sueño’ de un mundo en paz, y si se valora la aportación de los migrantes y los refugiados, la humanidad puede transformarse cada vez más en familia de todos, y nuestra tierra verdaderamente en ‘casa común’”.