Fotos: Centro de Comunicaciones de la Diócesis de Cúcuta
El movimiento apostólico Casa de la Misericordia, presente en la Diócesis de Cúcuta, llevó a cabo la tradicional ‘Fiesta de la Misericordia’, como cada segundo domingo de Pascua. En este año 2023, bajo el lema “por sus llagas hemos sido curados”, citando la primera carta de Pedro, en el capítulo dos, versículo 24, donde se reconoce en las heridas de Cristo, los pecados de la humanidad; lo que exhorta al cristiano a hacer valer su sacrificio, cumpliendo la voluntad del Padre.
La cita fue en el coliseo del colegio INEM de la ciudad de San José de Cúcuta, donde en una jornada continua de 7:30 a.m. a 5:00 p.m., los participantes alabaron a Dios misericordioso, rezaron el Santo Rosario, avivaron su fe y carisma, y escucharon atentamente a los invitados especiales.
El asesor espiritual del movimiento, fray Jorge Luis Mendoza Corvis, OCD, párroco de Nuestra Señora del Carmen (Cúcuta), dirigió la conferencia: “Mirad mis manos”, inspirado en el Evangelio según san Juan en el capítulo 20, versículos 26 al 29. Por su parte, Andrés Rúa Zea, coordinador pastoral nacional de la Casa de la Misericordia, desarrolló el tema: “Acariciar las llagas de Cristo en las llagas de nuestro prójimo hoy”, apoyado en el evangelista san Lucas, capítulo 10, versículos 30 al 35. Antes de finalizar la mañana, Rúa presentó la tercera intervención: “Misericordia quiero”, según los relatos del capítulo 25 de san Mateo; el Diario de santa Faustina, numerales 163 y 742; y el Catecismo de la Iglesia Católica, numeral 447.
Andrés Rúa Zea, coordinador pastoral nacional de la Casa de la Misericordia
El coordinador pastoral nacional, explicó que “nos dejamos tocar por las llagas de Cristo Resucitado, prolongando esta alegría de la Pascua, recibiendo la paz y el don de su Espíritu Santo”, por ello, “como familia de la Casa de la Misericordia, les animamos a no dejar morir este gozo del Resucitado, Jesús está vivo y nos llena con su amor misericordioso”, expresó a los fieles bautizados de esta Iglesia Particular, y puntualizó: “Estoy muy contento de volver a la ciudad de Cúcuta, estamos alabando, adorando, predicando la Palabra… Hoy Jesús derrama sobre nosotros, un torrente de bendiciones”.
Durante la tarde, las alabanzas y avivamiento continuaron, se vivió la “hora de la misericordia”, adoración a Jesús Sacramentado, y, la celebración de la Sagrada Eucaristía, presidida por el presbítero José David Caña Pérez, párroco de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.