La Comunidad Cenáculo quiere ser un signo vivo del amor misericordioso de Dios para los jóvenes, las familias de la Diócesis de Cúcuta, heridas por la vida, marcadas por la cruz y a menudo alejadas de la fe, proponiéndoles la vida cristiana como única respuesta verdadera a las inquietudes del alma humana.
El encuentro con los jóvenes en situaciones de adicción a sustancias farmacodependientes se realizó en el auditorio de la Parroquia San Antonio de Padua y estuvo coordinado por el Padre Zaddy Oviedo.
“Jóvenes que desde los diez años consumen estas sustancias, y están en proceso para salir de estas situaciones que los han esclavizado” afirmó el padre zaddy Oviedo, son las situaciones más latentes y se comparten a través del testimonio de sus padres de familia.
El objetivo de la Comunidad Cenáculo es brindar una mano amiga a aquellas personas que se encuentran sumidas en las adicciones. Así mismo, acompañar a las familias, visibilizar las luchas y sus propósitos, acerca de esta obra de acción misericordiosa. Esta vez se trabajó el tema de la confianza.