Este jueves, el Vaticano publicó «Dilexit Nos» («Nos amó»), la nueva encíclica del Papa Francisco. En sus 45 páginas, este texto invita a redescubrir el amor divino y humano manifestado en el corazón de Jesucristo, un tema que se despliega a lo largo de cinco capítulos profundamente meditativos.
Desde el comienzo de la encíclica, el Papa Francisco reflexiona sobre el amor incondicional de Cristo: “Su corazón abierto nos precede y nos espera sin condiciones sin exigir un requisito previo para poder amarnos y proponernos su amistad: ‘nos amó primero’ (1 Jn 4,10). Gracias a Jesús “nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído” en ese amor (1 Jn 4,16)”, cita, recordando cómo Jesús nos ama y nos ofrece su amistad sin exigir nada a cambio. Esta cuarta encíclica del pontífice, luego de Lumen fidei (2013), Laudato si’ (2015) y Fratelli tutti (2020), invita a contemplar el amor de Cristo que acoge a la humanidad.
La encíclica de cinco capítulos resalta el valor del corazón humano, símbolo de nuestra identidad espiritual y puente de comunión. En el numeral 14, el Santo Padre señala: “Yo soy mi corazón, porque es lo que me distingue, me configura en mi identidad espiritual y me pone en comunión con las demás personas.” Subraya que, en un mundo cada vez más digitalizado, donde los pensamientos y decisiones pueden ser predecibles y manipulables, el corazón permanece auténtico, único e irremplazable.
A lo largo del texto, el Papa advierte sobre los peligros del narcisismo y el individualismo, que permean las relaciones auténticas y nos alejan de la capacidad de acoger el amor de Dios. “El anti-corazón es una sociedad cada vez más dominada por el narcisismo y la autorreferencia”, lamentando una cultura que pone el foco en el yo y que, al hacerlo, pierde de vista las relaciones sanas y auténticas.
En su conclusión, Francisco advierte sobre una sociedad consumista y frenética, donde todo parece depender del poder del dinero: “Hoy todo se compra y se paga, y parece que la propia sensación de dignidad depende de cosas que se consiguen con el poder del dinero. Sólo nos urge acumular, consumir y distraernos, presos de un sistema degradante que no nos permite mirar más allá de nuestras necesidades inmediatas y mezquinas.” En contraste, el Papa señala que el amor de Cristo nos ofrece una vía de libertad y de sentido: “El amor de Cristo está fuera de ese engranaje perverso y sólo Él puede liberarnos de esa fiebre donde ya no hay lugar para un amor gratuito. Él es capaz de darle corazón a esta tierra y reinventar el amor allí donde pensamos que la capacidad de amar ha muerto definitivamente”.
Finalmente, Francisco dirige una reflexión hacia la Iglesia misma, exhortándola a no reemplazar el amor de Cristo con estructuras, obsesiones y fanatismos que alejan de la esencia de un amor divino que vivifica y alegra las comunidades: “De la herida del costado de Cristo sigue brotando ese río que jamás se agota. Sólo su amor hará posible una humanidad nueva”.
«Dilexit Nos» se convierte así en una llamada a la humanidad y a la Iglesia a abrir el corazón al amor que nos dignifica y a contemplar en Cristo el modelo de amor puro y redentor.
Puedes encontrar la encíclica aquí