La Conferencia Episcopal Paraguaya, ha realizado la invitación a todo el Clero Nacional a reflexionar sobre las direcciones que el Sumo Pontífice comparte para la formación de los sacerdotes de todo el mundo, con el fin de fortalecer la Semana de Formación Permanente del mismo Clero en el año 2024 para el país. La conferencia de Paraguay espera reavivar el don del ministerio que cada uno de los presbíteros ha recibido y contribuir al crecimiento ministerial de la Iglesia Particular.
Dentro del contexto de la Semana de Formación Permanente del Clero Nacional, los delegados de la pastoral presbiteral motivan a los sacerdotes a participar de dicha semana, que inicia el 15 y culmina 18 de julio, en el Seminario Mayor Nacional, en Asunción; y asimismo, tener en cuenta en la formación que recibirán, los aspectos específicos que señala el Papa Francisco para los líderes religiosos de cada país, de modo que, los sacerdotes puedan fomentar su fe y sustentar con más sabiduría el don que Dios y la Iglesia le han otorgado.
El primero de los tres ejes temáticos se relaciona con «la felicidad del Evangelio», lo cual implica la excelente noticia de que los sacerdotes son objeto del amor divino con cariño y compasión. “Estamos llamados a hacer resonar este anuncio gozoso en el mundo, testimoniándolo con nuestra vida – escriben los Obispos – para que todos descubran la belleza del amor salvífico de Dios manifestado en Jesucristo muerto y resucitado”.
El segundo aspecto se refiere a la pertenencia al pueblo de Dios. En este sentido, los responsables de la pastoral presbiteral recuerdan que, sólo pueden vivir el ministerio sacerdotal estando bien insertados en el pueblo sacerdotal, del que también nosotros procedemos. Porque es el pueblo que “nos custodia, nos sostiene en nuestras fatigas, nos acompaña en las angustias pastorales y nos protege del riesgo de desconectarnos de la realidad y sentirnos omnipotentes” mencionan los sacerdotes de la pastoral.
Por último, el Papa menciona que “la generatividad del servicio” es el don preciado de servir con amor. Este es el carácter distintivo de los ministros de Jesús, así tal cual como el propio Cristo lo manifestó frente a sus primeros discípulos, pero de manera especial dejando este mensaje de “servir” cuando lavó los pies de cada uno de ellos, afirmándoles que todo el que vive para Dios está llamado al servicio con caridad, humildad y amor para lograr la creación del reino de los cielos, y es por ello, que los sacerdotes actuales deben tomar este ejemplo para siempre servir a las comunidades e iglesias que lideran y guían.