Este 25 de abril, el Papa Francisco en su habitual homilía en la Casa Santa Marta, invitó a anunciar el Evangelio con valentía, sin miedo a los peligros y con humildad, “porque el Hijo de Dios se ha humillado. El anuncio del Evangelio no es un carnaval”, advirtió.
El Papa subrayó la necesidad de estar dispuestos a “salir para anunciar el Evangelio”. Es necesario “ir a los lugares donde Jesús no es conocido, donde Jesús es perseguido, o donde Jesús es desfigurado, para proclamar el verdadero Evangelio”.
El Sumo Pontífice, recalcó que el “salir” no está exento de riesgos, y que quien no esté dispuesto a asumir esos riesgos, no es un verdadero predicador. “En este ‘salir’ nos jugamos la vida, se juega la vida el predicador. No está seguro, no hay seguridad para su vida. Y si un predicador busca la seguridad de su vida, no es un verdadero predicador del Evangelio”. Por último, el Papa invitó a tener cuidado frente a las dificultades que se presentan, ya que “El anuncio del Evangelio sufre la tentación: la tentación del poder, la tentación de la soberbia, la tentación de la mundanidad…, que lleva a predicar un Evangelio flojo, sin fuerza, un Evangelio sin Cristo resucitado”.
“El anuncio del Evangelio, si es sincero, resiste a la tentación”, “En toda predicación sincera, hay tentación y también hay persecución”.