Los fieles, acompañan este día llevando plantas en reemplazo de los ramos de palma (como aporte al cuidado del ambiente) o pañuelos blancos para saludar a Jesús, para gritar que lo aman, creen en Él y lo reconocen como Rey del universo. En su entrada triunfal a Jerusalén, Jesús da un ejemplo de sencillez, de paz, de dedicación a la obra que el Padre del cielo le encomendó.
Este día tiene tres momentos esenciales la bendición de los ramos (plantas), la procesión o entrada solemne y la Eucaristía donde se lee la Pasión del Señor.