Luego de la novedad del Sínodo de la sinodalidad (el hecho de que participara todo el pueblo de Dios) en la fase diocesana y posteriormente reunir las experiencias en las Conferencias Episcopales, inició en septiembre del año pasado la fase continental, que va hasta el mes de marzo de este año 2023.
Imagen: synod.va
Septiembre de 2022 – marzo de 2023: Las Iglesias (organizadas en siete regiones: América del Norte; América Latina y el Caribe; África y Madagascar; Europa; Oriente Medio; Asia; y Oceanía) estudian el ‘Instrumentum laboris’, documento fruto de las fases iniciales y preparan sus propias conclusiones, para remitir a Roma antes de marzo de 2023.
Marzo de 2023: La Secretaría General del Sínodo recibe las conclusiones.
Junio de 2023: A partir del primer ‘Instrumentum laboris’, el estudio y las conclusiones de las siete regiones del mundo, la Secretaría General del Sínodo, publicará el segundo ‘Instrumentum laboris’.
Octubre de 2023: Paso a la fase universal.
Por una Iglesia Sinodal: comunión, participación y misión, todos los fieles bautizados de la Iglesia Católica, en cada uno de sus niveles, han puesto sus esfuerzos en atender el llamado del Papa Francisco y suscitar una verdadera escucha del Espíritu Santo, para discernir y comprender el propósito de caminar juntos en salida misionera.
Inicialmente, Su Santidad propuso el Sínodo de la sinodalidad 2021-2023, pero el en el mes de octubre, el día domingo 16, después del rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro, el Pontífice anunció ante los más de 20000 fieles reunidos que, extenderá el Sínodo de los Obispos hasta el año 2024, esto, con el objetivo de profundizar en la sinodalidad como “una dimensión constitutiva en la Iglesia”.
“Los frutos del proceso sinodal iniciado son muchos, pero para que lleguen a plena maduración es necesario no tener prisa. Por tanto, con el fin de disponer de un tiempo de discernimiento más extendido, he establecido que esta Asamblea Sinodal se realice en dos sesiones. La primera del 4 al 29 de octubre de 2023 y la segunda en octubre de 2024. Confío que esta decisión pueda favorecer la comprensión de la sinodalidad, como dimensión constitutiva de la Iglesia, y ayudar a todos a vivirla en un camino de hermanas y hermanos, que testimonian la alegría del Evangelio” (Papa Francisco).
Actualmente se desarrolla la etapa continental, caracterizada por el diálogo y el discernimiento (diocesana: consulta y participación; nacional: escucha y discernimiento), donde las diferentes culturas son representadas por los episcopados en las asambleas continentales, quienes se encargan de estudiar y dialogar -inspirados por el Espíritu Santo-, sobre los puntos del ‘Instrumentum laboris’, donde se plasmó toda una evidencia de comunión, participación y misión. El portal web oficial del Sínodo, reveló que la participación en las dos primeras fases superaron cualquier expectativa: “la Secretaría del Sínodo recibió las síntesis de 112 de las 114 Conferencias Episcopales y de todas las 15 Iglesias Orientales Católicas, además de las reflexiones de 17 de los 23 dicasterios de la Curia Romana, así como las de los superiores y superioras generales (USG/UISG), los institutos de vida consagrada y las sociedades de vida apostólica, las asociaciones y movimientos de fieles laicos. Además, se recibieron más de mil contribuciones de particulares y grupos, así como las opiniones recogidas a través de las redes sociales”, así está señalado en el Documento -de trabajo- para la Etapa Continental (DEC).
En esta fase, los episcopados responden a los siguientes interrogantes: ¿qué intuiciones resuenan más fuertemente con las experiencias y realidades concretas de la Iglesia en el continente? ¿Qué experiencias parecen nuevas o iluminadoras? ¿Qué tensiones o divergencias sustanciales surgen como particularmente importantes desde la perspectiva del continente? En consecuencia, ¿cuáles son las cuestiones e interrogantes que deberían abordarse y considerarse en las próximas fases del proceso? Y, a partir de lo respondido, ¿cuáles son las prioridades, los temas recurrentes y las llamadas a la acción que pueden ser compartidas con las otras Iglesias locales de todo el mundo y discutidas durante la primera sesión de la Asamblea Sinodal en octubre de 2023? Todo esto, en un clima de oración, siguiendo una metodología de conversación espiritual.
La región de América Latina y el Caribe, se subdividirá en cuatro regiones, cuyos encuentros continentales, se realizarán de la siguiente manera:
- Centroamérica y México: del 13 al 17 de febrero de 2023 en San Salvador (El Salvador).
- Caribe: del 20 al 24 de febrero en Santo Domingo (República Dominicana).
- Países Bolivarianos: del 27 de febrero al 3 de marzo en Quito (Ecuador).
- Cono Sur: del 6 al 10 de marzo en Brasilia (Brasil).
El Consejo Episcopal Latinoamericano y caribeño (CELAM) informó que, luego de los cuatro encuentros regionales, se realizará en la capital colombiana -Bogotá- un encuentro “con dos delegados de cada región, integrantes del equipo para la fase continental y otros invitados, para elaborar, también en un marco de discernimiento, la síntesis continental”, la cual será enviada a más tardar el 31 de marzo de 2023 a la Secretaría General del Sínodo.