La atención a esta población se viene adelantando a través de distintas instituciones gubernamentales y no gubernamentales de carácter nacional e internacional, entre ellas la Diócesis de Cúcuta; sin embargo, dada la magnitud de la emergencia, que va en aumento, se requiere el apoyo y la solidaridad de todos.
Con el objetivo de continuar dando respuesta a las necesidades urgentes de los colombianos deportados y migrantes forzados, la Diócesis de Cúcuta adelanta una campaña de recolección de útiles de aseo y alimentos no perecederos, con tres puntos de acopio: Centro de Comunicaciones Diocesano, Curia diocesana, Catedral san José y Banco Diocesano de Alimentos. Adicionalmente ha habilitado la Cuenta Corriente #843-000308, del banco BBVA, a nombre de Ayuda Humanitaria Cospas. El domingo, 30 de agosto, adelantará una colecta económica en las 101 parroquias de la Diócesis de Cúcuta.
Esta Iglesia Particular ha venido acompañando la crisis con una Intervención de caridad y de atención de primer momento, a partir de recursos propios y de la gestión y apoyo de instituciones como la Conferencia Episcopal Colombiana. En Cúcuta su acción es canalizada a través de la Pastoral Social Diocesana, el Centro de Migraciones y el Servicio Jesuita a Refugiados.
Los aportes en el nivel social y humanitario a corte 28 de agosto incluyen: 2.400 raciones servidas (desayuno, almuerzo y comida) para las personas albergadas en el Colegio Municipal y en el recién habilitado albergue del Colegio Inem, en Cúcuta – Norte de Santander. Esta Diócesis ha ejecutado en alimentación alrededor de 60 millones.
Adicionalmente se entregó 215 kit escolares en uno de los Albergues ubicados en el corregimiento de La Parada (municipio Villa del Rosario), en una operación conjunta con el Consejo Noruego, quien focalizó la atención; en uno de los albergues del corregimiento Juan Frío – Villa del Rosario-, entregó 18 Kit de noche (colchoneta, sábana, cobija), 70 kit de aseo y 180 refrigerios; en el albergue Morichal (municipio Villa del Rosario) entregó 1 refrigerador; en el albergue de san Pedro Apostó entregó carpas, cocina, refrigerador y platos; en el albergue santa Cecilia, vía san Faustino – Cúcuta: 15 kit de noche , 33 kit de aseo, 3 kit de alimentos (cada kit con una duración de 15 días), un filtro de agua y refrigerios.
Con el apoyo de diáconos, seminarista y del voluntariado católico realiza acompañamiento espiritual y psicosocial en los 10 albergues habilitados para la atención de la población deportada y de los migrantes forzados.
Como Iglesia Católica brindamos una atención humana integral hecha desde la fe.