Diócesis de Cúcuta continúa trabajando en favor de la población deportada y retornada de Venezuela

El requisito para acceder al bono es que las familias asistan y participen en las tres sesiones educativas; una vez terminado este proceso se aprobará el primer bono que está integrado por $39.000 por cada miembro de la familia. Los bonos operaran en Cúcuta y en el municipio de Villa del Rosario, zona donde se presenta un mayor número de familias en condición de vulnerabilidad.

Las capacitaciones brindadas están enfocadas a los lineamientos establecidos por el Programa Mundial de Alimentos, en las cuales se abordan temas como: Operación prolongada de socorro y recuperación; manufactura y conservación de alimentos,  crianza materna y nutrición en menores de 2 años.

Las actividades educativas se están realizando en cuatro parroquias de la ciudad, como lo son: Parroquia San Rafael, parroquia Nuestra Señora de Belén,  parroquia Nuestra Señora del Rosario  y la parroquia María Reina de todos los Santos.

A esta iniciativa se sumaron la Universidad Simón Bolívar y la Escuela de Auxiliares de Enfermería. El primero, aportó al programa un instrumento de focalización que permite identificar los niveles de seguridad alimentaria; la segunda institución, prestó atención integral en los procesos de tamizaje en los niños y niñas de 2 a 5 años, pertenecientes a esta población.

La Coordinadora del convenio entre la Corporación Pastoral Social y el Programa Mundial de Alimentos, Jennifer Parra Sepúlveda, invita a la toda la población deportada que aún no ha sido atendida para que se acerquen a las parroquias mencionadas, revisen los listados y se ubiquen según el número de su cédula para que se beneficien de la campaña la cual se extenderá todo el mes de junio.

 

Imagen: Portal web de la Pastoral Social Cúcuta

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