Fotos: Centro de Comunicaciones de la Diócesis de Cúcuta
En la Diócesis de Cúcuta, la solemnidad del Cuerpo y la Sangre del Señor, se celebra de manera general cada jueves después de la solemnidad de la Santísima Trinidad, en la Catedral San José, y, el domingo, en cada una de las parroquias.
De esta manera, el jueves 8 de junio, con la procesión alrededor del parque Santander y la adoración eucarística en cada uno de los altares dispuestos con las ofrendas de instituciones militares, civiles y el sector comercial, inició la celebración de la solemnidad del Corpus Christi. Esta fue una forma de participar en la tradicional Mercatón, una recolección de alimentos en favor de los más vulnerables.
Seguidamente se celebró la Sagrada Eucaristía en el templo madre, presidida por Monseñor Óscar Urbina Ortega, Arzobispo emérito de Villavicencio, quien explicó en su homilía que, «Cristo es el don de Dios más maravilloso, es el pan que compartimos como hermanos, el que nos une profundamente, porque Dios nos habita, nos acoge como somos y nunca nos abandona».
El Arzobispo explicó cómo el hombre necesita del pan que alimenta el cuerpo humano, del pan de la ternura (expresado en la amistad, el amor y la fraternidad), así mismo, necesita del pan del conocimiento y el de la cultura, pero, “solo Dios nos da un pan que nos ayuda a atravesar las puertas de la muerte”, aseguró Monseñor Óscar.
En este jueves, un pequeño feligrés cumplía con el sacramento de la primera comunión. Monseñor expresó: “qué bonito signo el que tenemos hoy en la asamblea, este niño recibirá el pan por primera vez, el pan vivo”.