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Más de 2 mil cucuteños se dieron cita en el Coliseo del Colegio Municipal de la ciudad para vivir la Fiesta de la Divina Misericordia, que es “un día de gracia, en el que recibimos el amor de Dios en nuestros corazones, no importa cuán grande sean nuestras faltas. Él quiere que reconozcamos que su misericordia es más grande que nuestros pecados, para que nos acerquemos a Él con confianza y recibamos su misericordia y la dejemos derramar sobre otros (…)”, explicó Rosa Osorio coordinadora Casa de Misericordia.

La Pascua, celebración central del cristiano, comprende cincuenta días de júbilo que comienza el Domingo de Resurrección y finaliza con el Domingo de Pentecostés. Éste motivo de fiesta es la celebración del paso del Señor Jesucristo de la muerte a la vida, a su existencia definitiva y gloriosa.

La Semana Santa, tiempo de reflexión y conversión, en el que somos testigos del inmenso amor del Padre por sus hijos, al entregarse en la cruz para liberarnos del pecado y luego resucitar para llenarnos de su gloria eterna, fue profundamente vivida en esta Iglesia Particular, donde los bautizados participamos de forma masiva en los distintos oficios religiosos que se llevaron a cabo en cada una de las parroquias de la Diócesis.

Monseñor Julio César Vidal Ortiz, Obispo de la Diócesis de Cúcuta, informa a los sacerdotes, comunidades religiosas, movimientos apostólicos, agentes pastorales y comunidad diocesana, que el padre Juan Andrés Mariño Higuera descansó en la paz del Señor, en la noche del 27 de marzo, en la ciudad de Cúcuta.

Reunidos en torno a su obispo, el presbiterio diocesano, diáconos, religiosos y religiosas, seminaristas y comunidad en general celebraron este Martes Santo la solemne Misa Crismal.

María, como discípula de Jesús, no fue ajena al dolor y al sufrimiento sino que lo asumió con fe. Ella se convierte en la fiel testigo del Señor para cada uno de nosotros, pues encarna en su vida la escucha, la meditación y la vivencia con fe de la Palabra hecha carne, Jesucristo.

Imitando las virtudes, la piedad y la fidelidad de la Virgen María, logramos reencontrarnos con Jesucristo y heredar la vida eterna.

Con una solemne eucaristía presidida por monseñor Julio César Vidal Ortiz y concelebrada por el presbiterio diocesano, los bautizados de esta zona de frontera conmemoraron la solemnidad de San José, patrono de la Diócesis de Cúcuta, de los Seminarios Mayor y Menor, de la Catedral, de la ciudad y de la Iglesia Universal.

En el marco de la fiesta de San José, patrono de la ciudad, de la Diócesis y de los Seminarios Mayor y Menor de esta Iglesia Particular, cuatro seminaristas, por Imposición de manos y Oración Consecratoria de Monseñor Julio César Vidal Ortiz, serán ordenados diáconos transeúntes; asimismo, en este día se celebrará el Jubileo e Indulgencia plenaria de los hombres. Aquellos que estén confesados y asistan a la celebración eucarística recibirán el perdón de sus culpas.

Con pancartas, faroles, globos de los colores de las vicarías, camisetas y banderas blancas, más de cuatro mil personas de esta zona de frontera colombo venezolana unieron sus voces y oración por la vida, la protección del Medio Ambiente y la Paz.

En una de las parroquias de la Diócesis de Cúcuta consagrada a San Francisco de Asís, santo que inspiró el nombre del papa Francisco, nuevo vicario de Cristo en la tierra, se llevó a cabo una eucaristía de Acción de Gracias por el pontificado del máximo líder de Iglesia Católica.