La fuerza de Dios
La fiesta solemne de Pentecostés, es la fiesta de la Iglesia, por excelencia, en ella hemos recibido el don del Espíritu Santo, que nos anima y nos fortalece para dar testimonio de Jesucristo resucitado, hasta los confines extremos de la tierra. El bellísimo relato de Pentecostés que encontramos en el libro de los Hechos de los Apóstoles pone a la Santísima Virgen María y a los Apóstoles recibiendo esa fuerza, ese ardor que los lleva a salir, de un lugar encerrado a predicar con alegría al Señor en todos los lugares y a todas las personas.