“La deportación es un fenómeno de desplazamiento real que agobia a nuestros hermanos colombianos y además desestabiliza las bases de un verdadero desarrollo, el Banco de alimentos como estrategia de evangelización de la Iglesia es un puente de solidaridad entre quienes tienen y quienes necesitan”, precisó Danuil Bacca, coordinador del Banco de alimentos, al referirse a la obra que se realiza diariamente desde allí (BDA).
Además de alimentos, la donación incluía elementos de aseo como desodorantes, jabón en polvo, jabones de baños y traperos, necesarios para atender a las personas que por diversos motivos han sido deportadas de distintos lugares de Venezuela por encontrarse en estado de inmigración ilegal.
Willinton Muñoz, Coordinador del Centro de Migraciones, expresó su agradecimiento a todas las personas que de alguna u otra manera apoyan las iniciativas que la Diócesis de Cúcuta genera través de la Pastoral Social de la Diócesis de Cúcuta, pensando en reducir el impacto de las problemáticas sociales de la región y apoyando a los más necesitados.
Dicha obra se hizo posible gracias a las donaciones de las personas que se conmueven con las comunidades desfavorecidas. A los cucuteños de buen corazón que permiten entran en su vida la luz del compartir, y a su vez irradian amor y solidaridad.
Fuente: Prensa COSPAS