El Papa Francisco defendió la importancia de la sociedad civil en el mundo de hoy para lograr que los Estados y el mercado se comprometan con el bien común y no solo con el crecimiento económico. Para ello, el Pontífice exhortó a impulsar una relación más cercana entre esas tres realidades.
El Santo Padre recibió en la Sala Clementina del Palacio Apostólico a los participantes en el Encuentro organizado por la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales que busca elaborar nuevos modelos de cooperación entre el mercado, el Estado y la sociedad civil en relación a los desafíos de nuestro tiempo.
En su discurso, el Papa se refirió a dos causas específicas que alimentan la exclusión y las periferias existenciales:
- Desigualdad y deterioro medioambiental
En primer lugar, se refirió al aumento endémico y sistemática de las desigualdades y de la explotación del planeta, “que es mayor que el aumento de los ingresos y de la riqueza”. Sin embargo, afirmó que “la desigualdad y la explotación no son inevitables, ni tampoco han sido una constante histórica”.
- Trabajo indigno
La otra causa de exclusión a la que se refirió el Papa Francisco es “el trabajo indigno de la persona humana”.
Animó entonces a asumir con coraje el “desafío de lograr ir más allá del modelo de orden social prevalente, transformándolo desde el interior”. “Debemos pedir al mercado que no solo busque ser eficiente en la producción de riqueza y en la garantía de un crecimiento sostenible, sino que busque también el ponerse al servicio del desarrollo humano integral”.