Diáconos, sacerdotes y seminaristas se reunieron en el Seminario Mayor San José, el jueves 19 de octubre, para orar por el eterno descanso del P. Gregorio León PSS., primer rector de esta casa de formación. La celebración estuvo presidida por Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, Obispo de la Diócesis de Cúcuta y concelebrada por el presbiterio diocesano.
En la santa Misa se oró por el eterno descansó del Presbítero Gregorio León, quien fue formador del seminario hace más de 30 años y que hoy descansa en la paz del Señor.
Durante la homilía Monseñor, Víctor Manuel resaltó el trabajo como Rector, como hombre piadoso que supo recoger los frutos y dio Gracias a Dios por la vida espiritual que sembró en tantos seminaristas.
Homilía de Monseñor Víctor
Gregorio León PSS., primer rector del Seminario Mayor Diocesano
“La fe es la motivación y esperanza de cada uno de los que estamos presentes nos anima la victoria de la vida sobre la muerte”, manifestó Mons. Víctor. Venid benditos de mi padre, el Evangelio nos da la norma y la medida para responder a la llamada de Cristo. Norma de la caridad con la cual seremos juzgados por el Señor.
Entregamos a Dios la vida de un sacerdote que supo discernir las vocaciones, además de acompañar espiritualmente a aquellos que han recibido la ordenación sacerdotal. “Un gran camino, un gran viaje, la enseñanza está en la palabra de Dios que es siempre viva y eficaz”.
Entramos en esta casa que es lugar de formación, escuela de Jesús, escuela de vida interior, donde resaltamos las dimensiones espirituales de nuestro ser cristiano. Dios nos indica un camino lleno de esperanza. En una casa como esta aprendemos a descubrir el llamado de Dios.
En cristo hay novedad de vida interior, de encuentro y asimilación con Dios. Tenemos que impregnar la vida de todos de la vida de Cristo, haciendo de todos un amor gozoso de Jesús Eterno Sacerdote, que los llama a anunciar y a vivir su fe.
La vida del padre Gregorio fue una vocación a favor de las vocaciones, san Vicente de Paul y san Juan Eudes, allí encontró el camino para contemplar y acompañar a muchos que hoy vienen agradecidos a orar por él.
La iglesia de Cúcuta fue colmada con las gracias y luces de este hombre que pudo transmitir y encender la luz en las vocaciones.
El padre Gregorio, hoy encuentra la dulce compañía del patriarca san José y la dulce compañía de María Santísima, que la Virgen sea la maestra espiritual para que muchos también sean vocación.