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El Obispo de la Diócesis de Cúcuta, Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, presidió la misa del “miércoles de ceniza”, día en el que se inicia la Cuaresma en toda la Iglesia católica, tiempo de preparación de los cristianos para la Pascua.
Cientos de fieles se acercaron a la Catedral San José de Cúcuta, para participar de la Misa y ser “marcados” en la frente con las cenizas de los ramos de olivos del año anterior.
El Señor nos invita a la conversión, a dejar el culto externo y nos invita a una gran interiorización personal. Estos 40 días son una invitación a la conversión, a caminar hacia la luz de la Pascua de Cristo Resucitado, donde Jesús ha triunfado contra el mal y el pecado.
Monseñor se refirió a las palabras del Profeta Joel, que animan nuestro camino, este día convoca a nuestros fieles, a escuchar atentamente el resonar de su Palabra, que nos dice “Convertíos a mí de todo corazón”.
Con “el ayuno”: mortificamos los sentidos, estos 40 días viviremos la abstinencia, dejaremos de un lado las cosas que son apetecibles para el hombre, el ayuno es renuncia, pondremos la mirada solo en Jesús.
“La oración”: la Palabra de Dios se nos va a servir con una gran riqueza, abundancia, esta Palabra tiene que producir un encuentro personal, que haga que nuestra vida esté unida a Cristo.
“La limosna”: dar lo que tenemos a los pobres, material y espiritualmente, se abre la puerta a la generosidad. Las cenizas son signo de penitencia y conversión, también el Miércoles de Ceniza, como el Viernes Santo son días de ayuno y abstinencia.Explicó el Obispo en la homilía.
“Sacerdotes, diáconos, seminaristas y laicos, recuerden las palabras del Evangelio, el cual por sí mismo nos interpela”, así finalizó Monseñor Víctor, dando paso a la imposición de la ceniza y continuando con el Rito Eucarístico.
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