El trabajo que llevó a su reconocimiento se dio gracias a la contribución de mediar entre las partes del conflicto armado que hacen presencia en el Catatumbo, buscando soluciones pacíficas, una razón que monseñor Omar Alberto reconoció no como propia, sino como un cumplido a la Iglesia y una respuesta a la responsabilidad de los ejercicios pastorales que se hacen en las regiones para ver un país en paz y en desarrollo.
En entrevista con el periódico La Verdad, el obispo de la Diócesis de Tibú se refirió a este reconocimiento, pero también a la realidad que se vive en el Catatumbo y el bien que el proceso de paz puede traer consigo ante una nueva esperanza de desarrollo. “Lo más difícil es ver la pobreza de los campesinos; lo más difícil es ver la postración y la exclusión y el olvido en el que está esta tierra, ver muertos de parte de la fuerza pública y la guerrilla, de colombianos que están de una y otra orilla y víctimas de la sociedad civil que caen; lo más difícil es ver un Catatumbo que sigue escribiendo páginas tristes. Ahora esperamos que empiece a darle un vuelco a esa historia y que ese capítulo de dolor empiece a transformarse”, puntualizó.
Frente al nuevo acuerdo establecido entre el gobierno y las farc, el prelado manifestó: “Yo creo que a veces la gente no valora lo que se ha hecho, dos orillas tan distintas, tan históricamente confrontadas, con mucha sangre por el medio, que logren hacer acuerdos para mí es un milagro”. (…) “La paz que mira siempre el retrovisor no será posible para poder conseguir la paz. Necesitamos mirar al futuro”.
El obispo también resaltó que “la apuesta más importante es hacer que los acuerdos con las farc finalmente se vean reflejados en la realidad del Catatumbo, en todas sus dimensiones y eso va a suponer mucha coherencia de parte de todos”.
“Lo único que tenemos adelante son desafíos, los que estamos en estos territorios y leemos lo que está pasando aquí, entendemos que la paz es territorial y que en estos territorios tiene que haber políticas públicas de orden de implementación de paz y mucha institucionalidad construida con nuevo perfil”.