Los ciudadanos de Armenia que discrepan con el reciente proceso de definición de fronteras con Azerbaiyán han recorrido largas distancias para manifestarse en la capital. El líder de esta protesta fue el arzobispo Bagrat Galstanyan, del movimiento «Tavush por la patria».
Hace cerca de un mes, los habitantes de la región de Tavush, al nordeste de Armenia, fueron advertidos por el gobierno sobre la posibilidad de que sus hogares queden al otro lado de la frontera debido a las recientes negociaciones entre las autoridades armenias y azerbaiyanas. Desde entonces, los residentes de las cuatro aldeas cercanas a la línea de contacto con Azerbaiyán – Voskepar, Kirants, Berkaber y Baghanis- no han tenido descanso.
Con la formación del movimiento «Tavush por la patria», el arzobispo Bagrat Galstanyan se ha convertido en el símbolo de la resistencia y ha acuñado la consigna «Armenia unida vencerá a Armenia dividida». Hace unos días, inició una marcha hacia la capital armenia con más de 200 kilómetros por delante; a pesar de las lluvias, más personas se unieron a la marcha bajo el lema «Armenia, patria y Dios» y aquellos que no pudieron unirse siguen la caminata del arzobispo a través de las pantallas.
La destacada presencia del arzobispo Galstanyan al frente de la multitud ha representado la postura de la Iglesia Apostólica Armenia, liderada por Karekin II. En los últimos años, especialmente desde la derrota armenia en la guerra de Nagorno Karabaj en 2020, la iglesia ha expresado diferencias con el gobierno de Nikol Pashinyan; sin embargo, ahora su papel es más prominente, convirtiéndose en un nuevo actor político de oposición para desestabilizar al gobierno.