1. Partiendo del hecho que las medidas de prevención tomadas por la administración municipal y departamental para controlar la proliferación del virus del chicungunya no han registrado la efectividad esperada en la detención de la propagación del virus; evidenciado esto en el preocupante número de casos registrados, es urgente que los organismos de salud municipales y departamentales agilicen su intervención en las comunidades con medidas tanto formativas como técnicas (fumigaciones).
2. El no tomar medidas de forma pertinente y oportuna puede desencadenar una crisis social, que dejaría graves secuelas para la salud de los habitantes de esta zona de frontera.
3. Por otra parte, resulta preocupante el colapso que viven las urgencias de las IPS y EPS de la ciudad. Es lamentable las largas horas de espera que debe padecer una persona enferma para ser atendida. Esto sumado a la poca información que se tiene sobre la naturaleza del virus, su tratamiento y consecuencias a largo plazo.
Es competencia de las autoridades municipales, departamentales y de los organismos de control de salud, velar por la atención oportuna y eficaz de las personas en los centros de salud.
4. Finalmente, pido a la comunidad en general tomar conciencia que existe una corresponsabilidad para combatir el virus, por lo que debemos atender a las recomendaciones entregadas por los entes de salud, quienes piden a los ciudadanos: realizar brigadas de aseo en sus casas, donde se lave el tanque del lavadero, mantener herméticamente tapados los depósitos de agua; eliminar inservibles, llantas, potes y todo aquello que pueda depositar agua; retirar la maleza; utilizar toldillo y repelente.
+ Julio Cesar Vidal Ortiz
Obispo de la Diócesis de Cúcuta