El Papa Francisco precisó que el nuevo Santo para la Iglesia, quien fue sacerdote del Oratorio de San Felipe Neri, fundador del Oratorio de la Santa Cruz Milagrosa en Goa y apóstol de Ceilán (Sri Lanka) y en Canara (India), enseñó con su ejemplo a servir a los más necesitados sin hacer distinción de raza, credo, tribu, condición social o religión, donde además, en su servicio, dejó escuelas, hospitales, clínicas, y muchas otras obras de caridad.
Haciendo mención al ejemplo y legado de San José Vaz, el Pontífice recordó que la Iglesia sólo pide a cambio libertad para llevar a cabo su misión, y añadió que la libertad religiosa es un derecho humano fundamental.
Toda persona – dijo el Papa – debe ser libre, individualmente o en unión con otros, para buscar la verdad, y para expresar abiertamente sus convicciones religiosas, libre de intimidaciones y coacciones externas. Y añadió que como enseña la vida del nuevo Santo, el verdadero culto a Dios no lleva a la discriminación, al odio y la violencia, sino al respeto de la sacralidad de la vida, al respeto de la dignidad y la libertad de los demás, y al compromiso amoroso por todos.
Durante la eucaristía el obispo de Roma destacó que este santo se entregó especialmente al servicio de los enfermos y de cuantos sufren.
Con información del portal oficial del Vaticano, News.va