En el conmovedor encuentro el Santo Pontífice les hizo saber al grupo, conformado por aproximadamente 200 personas en situación de pobreza, discapacitados y enfermos que estuvieron guiados por el cardenal Philippe Barbarín que ellos son el “tesoro de la iglesia”. Asimismo dijo “Jesús quiso compartir vuestra condición, lo hizo por amor de cada uno de nosotros: despreciado por los hombres, olvidado, uno que no cuenta nada. Y cuando les suceda que prueben todo esto, no se olviden que también Jesús lo ha probado”. Esta es “la prueba cuánto somos valiosos a sus ojos y que él está cerca de nosotros”.
Los participantes de la peregrinación pertenecen al Movimiento Cuarto Mundo. La iniciativa fue promovida por la asociación Amigos del padre Joseph Wresinski, con ocasión del centenario del nacimiento del prelado que dedicó su vida a los pobres.
El Papa señaló que la presencia de todos ellos “es un hermoso testimonio de fraternidad evangélica” y dijo además que todos están “en el corazón de la Iglesia, porque Jesús, en su vida, ha dado siempre prioridad a personas que eran como ustedes, que vivían en situaciones límite”.
Francisco elogió el acto de misericordia que tienen aquellos que ayudan y acompañan a estas personas: “es la vida compartida con los pobres que nos transforma y nos convierte”. Continuó, “no solo ustedes van al encuentro, no solo caminan ustedes con ellos, esforzándose por comprender su sufrimiento, entrar en su desesperación”, sino que “suscitan en torno a ellos una comunidad, restituyendo en ellos una existencia, una identidad, una dignidad”.
De otra parte, el Papa los animó a “conservar la alegría de la esperanza” porque “la prueba y el sufrimiento no durarán siempre” mencionó que “todos nosotros creemos en un Dios que repara todas las injusticias, que consuela todas las penas y que sabe recompensar a cuantos tienen confianza en Él”.
Finalmente, Francisco invitó a todos los asistentes a orar por aquellas personas culpables de su pobreza para que se “conviertan y el Señor les cambie el corazón”. Continuó “Recen por tantos ricos que visten de púrpura el rostro y hacen fiesta con grandes banquetes sin recordar que en su puerta hay muchos Lázaros deseosos de alimentarse de las sobras de su mesa. Oren también por los sacerdotes, por los levitas que viendo en su camino un medio muerto pasan mirando hacia otro lado porque no tienen compasión”.
Resumen de Agencias Católicas
Imagen: Aciprensa