Fotos: Centro de Comunicaciones de la Diócesis de Cúcuta
El viernes 27 de enero del presente año, la Iglesia Católica celebró el centésimo quincuagésimo aniversario de la fundación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, comunidad religiosa que hace presencia en la Diócesis de Cúcuta desde hace 87 años.
Esta Iglesia Particular se unió a la celebración, ofreciendo la Sagrada Eucaristía en acción de gracias al Señor, por permitir que estas religiosas permanezcan en la ciudad con su carisma, que ha ayudado a tantas personas mayores a vivir dignamente los últimos años de su vida terrenal.
La Santa Misa se realizó en la capilla del Asilo de ancianos Rudesindo Soto; presidida por el presbítero William Aguilar Vargas, Vicario General de esta Iglesia Particular, y el sacerdote Jesús Alberto Gómez Mejía, capellán del Asilo. El padre William Aguilar, señaló que esta ocasión fue un momento de “acción de gracias por el cuidado de todos aquellos que llevan una vida frágil, por los benefactores y por el servicio generoso de las religiosas en esta Iglesia diocesana”.
La congregación y la Virgen de los Desamparados
El venerable sacerdote Saturnino López Novoa, natural de Huesca (España), nació el 29 de noviembre de 1830; mostró siempre especial atención por los desamparados, de hecho, ya había fundado las Hermanitas de los Pobres, pero su afán por acoger a los más frágiles, lo llevó a buscar un grupo de jóvenes servidoras del Señor y con la ayuda de la religiosa Teresa de Journet, se creó la congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, que hoy cuenta con más de 2000 religiosas presentes en los cinco continentes.
Santa Teresa de Journet e Ibars, se inspiró en la Madre del Cielo, para ayudar a los desprotegidos, porque ella cuida con su amor maternal, atiende y consuela; de igual forma, acogió a la Virgen de los Desamparados como patrona de la ancianidad, advocación mariana que el 12 de mayo de 1923 recibió la solemne coronación pontificia, la cual es especialmente venerada en España. Este año se celebra su centenario, cuya devoción se extendió por todo el mundo, así como la comunidad de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, quienes también han llegado a más de 19 países, donde realizan su obra en más de 200 casas o asilos.
Gracias a la misión de las Hermanitas, países como Filipinas, donde no conocían la advocación, ahora honran y veneran su sacratísima imagen como Virgen de los Desamparados; y recientemente, se abrió una casa en Papúa Nueva Guinea (Oceanía).
Su carisma
Las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, fueron elegidas por Dios, para cuidar el tesoro de la sabiduría de la Iglesia: las personas mayores. Su carisma sigue las virtudes de santa Teresa de Journet, principalmente la caridad, la pobreza y humildad hacia los ancianos. Su vida es una total entrega a Dios y al servicio, animadas por la memoria de santa Teresa, quien les enseñó a ver el gran y puro amor de Jesús en los más vulnerables, diciéndoles que “con este amor purísimo es necesario que tratemos siempre a nuestros ancianos, interesándonos muchísimo de su bienestar temporal y eterno”.
Asilo de ancianos Rudesindo Soto
Este es el lugar donde se establecieron las Hermanitas de los Ancianos Desamparados en la ciudad de San José de Cúcuta, luego de una larga espera después de que se realizó la solicitud por primera vez (ver línea del tiempo). En la avenida 3 # 12-48 barrio La Playa, frente al parque La Victoria (conocido como parque Colón), está ubicada la obra que brinda un solícito cuidado a los abuelitos.
Este año cumplirán 88 años de servicio en la capital nortesantandereana, tiempo en el que, según los libros de registro, se han atendido a 7.622 adultos mayores, a quienes les han solventado sus necesidades materiales, pero también brindado afecto y un permanente acompañamiento espiritual con la Santa Misa, la catequesis y algunas actividades fuera del asilo, como las visitas a los pesebres en diciembre o visitas a los monumentos en Semana Santa.
¿Cómo se sostiene la obra?
Las Hermanitas son misioneras, cada día salen a las calles, tocan las puertas de familias o negocios, donde se han encontrado –por Providencia divina- con personas de buena voluntad, que contribuyen ya sea con mercados, útiles de aseo o ayudas económicas, puesto que los recibos de los servicios públicos no dan espera. Las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, extienden la invitación especial a los fieles bautizados de la Diócesis de Cúcuta, encomendarse a la Virgen de los Desamparados y ver en el rostro de los abuelitos, el rostro de su Hijo Jesucristo.
¿Cómo ayudar?
- Donación material (alimentos, ropa, elementos de aseo).
- Donando tiempo, para compartir con los abuelitos. Una visita, una conversación, un juego y unas risas, hacen la diferencia. Para ello, se debe presentar un permiso por escrito y las Hermanitas definen el horario.
- Donación económica a la cuenta de ahorros Bancolombia 08881783305, Asilo de ancianos Rudesindo Soto, NIT: 890500531-4; o a la plataforma Nequi 3186698939.
- Para más información, su número de teléfono es: 607 571 3667