Fotos: Centro de Comunicaciones de la Diócesis de Cúcuta
“La certeza que tenemos es que la vida no termina con la muerte”, enunció Monseñor José Libardo Garcés Monsalve, Obispo de la Diócesis de Cúcuta, en su predicación, este miércoles 2 de noviembre, presidiendo la Sagrada Eucaristía en la capilla del Cementerio Central de San José de Cúcuta.
Monseñor aseguró que “la muerte transforma nuestra vida, para pasar a la etapa definitiva: la eternidad”. Además, explicó qué es la Iglesia triunfante, purgante y peregrinante, ya que precisamente, en la conmemoración de Todos los Fieles Difuntos, se ora intensamente por las almas en el purgatorio, que se encuentran en estado de purificación y “necesitan de nuestra oración y el sacrificio de la Eucaristía”, esto es compromiso cristiano de la Iglesia peregrinante (bautizados en la tierra); finalmente, la meta es que todos los hijos de Dios lleguen a hacer parte de la Iglesia triunfante, que es el Reino de Dios.
Y es que, en este día especial, que la Iglesia separa en la liturgia para orar por los difuntos, la mejor manera de hacerlo, es en la celebración eucarística, así lo afirmó el Obispo, quien estuvo acompañado por los sacerdotes concelebrantes: Fabián Pacheco Llanes y Arbey Edilzon Vargas Hernández, quienes acompañan espiritualmente a las familias, cuyos restos mortales de sus seres queridos reposan en este camposanto.
Monseñor invitó a los fieles bautizados a no mezclar con esta fiesta, “supersticiones o acciones extrañas”, ya que como lo enseña el Evangelio en Juan 14, 1-6, “no debemos preocuparnos ni por nuestros difuntos, ni por nuestra muerte, porque si realizamos el acto más grande que es la oración y confiamos en la misericordia de Dios, tendremos la vida eterna”, así lo expresó el señor Obispo.