Fotos: Centro de Comunicaciones Diócesis de Cúcuta
Esta recomendación del Apóstol san Pablo, la otorgó Monseñor José Libardo Garcés Monsalve, Obispo electo de la Diócesis de Cúcuta, a los candidatos a diaconado y ministerios laicales: “Vivan una vida digna a la vocación a la que han sido llamados con toda humildad y mansedumbre”, porque en esta práctica aparece la caridad, alma de todas las virtudes cristianas, como un estilo de vida en la caridad pastoral del ministro del Evangelio.
Enseñanza que fue escuchada el sábado 16 de octubre en la Catedral San José, donde el señor Obispo presidió la Sagrada Eucaristía de ordenación diaconal de Manuel Jahir Jiménez Rivera, y la institución de los ministerios laicales de lectorado para el seminarista Jorge Enrique Higuera Guerrero, y acolitado para los seminaristas: Daniel Argenis Carreño Fuentes; Víctor Alfonso Noriega Portillo; Clement Jaimes Sepúlveda; y Jhon Freddy Medina Cuervo.
Monseñor indicó que, “Dios nos ha elegido desde antes de la creación del mundo y nos ha llamado a la configuración con Cristo en el bautismo y a seguir sus huellas desde cada vocación”; a los jóvenes candidatos les presentó sus nuevos deberes: la predicación de la Palabra de Dios, el servicio en la Eucaristía, la participación en las celebraciones litúrgicas y en los sacramentos, y, la caridad para con los pobres (que ha de constituir una dedicación generosa en el Cuerpo místico de Cristo que es la Iglesia).
A Manuel Jahir, a quien le entregó el diaconado para el servicio de Dios y de la Iglesia Particular de Cúcuta, le expresó: “consagra su vida al Señor, comprometido a iluminar con el testimonio del celibato que eligió libre y voluntariamente, para dignidad, transparencia y pureza de la Iglesia”. Esto se da luego de un proceso de formación en el Seminario Mayor San José de Cúcuta, donde confirmó el “sí” a Dios, entregando su vida al servicio caritativo en el ministerio diaconal, como preparación para un día recibir el ministerio sacerdotal.
El Obispo lo guía en este nuevo orden, aconsejándole: “procure leer cada día la Palabra de Dios, de manera que, pueda creer lo que ha leído, enseñar lo que ha aprendido en la fe y vivir lo que enseña con la Palabra; que pueda prestar toda su vida y ministerio a lo que podría llamar la diaconía de la fe… es decir, el crecimiento de la fe de los hermanos”, explicando que la fe se transmite con la vida.
Al finalizar las ceremonias de ordenación e institución de ministerios, Monseñor José Libardo dio apertura a nivel diocesano al Sínodo de la sinodalidad, “para hacer eco a esta experiencia de caminar juntos para escuchar al Espíritu Santo”.