Por: Hna. Elia Julieth Pérez Rivera, Congregación Religiosa de las Hermanitas de la Anunciación de Cúcuta
La Venerable María Berenice, nació en Salamina (Caldas, Colombia) el 14 de agosto de 1898, sus padres fueron sus primeros educadores en la fe, le inculcaron una sólida devoción a la Virgen María con el rezo cotidiano del Santo Rosario y el amor a la Eucaristía.
Ana Julia, como era su nombre de bautismo, aprendió a orar y a contemplar a Dios en la naturaleza, en su familia, y esto fue despertando en ella el deseo de ser contemplativa. Buscó trabajar con las personas humildes, sencillas y marginadas de la sociedad, experiencia que la llevó a descubrir cómo el Corazón de Jesús le pedía la fundación de una comunidad con jóvenes sencillas que le ayudaran a hacer realidad este sueño. Es así como en 1943 funda la Congregación Religiosa de las Hermanitas de la Anunciación en Medellín.
Fundó otras obras, como: Las Hermanas Franciscanas Misioneras de Jesús y de María, el 15 agosto de 1957. El 8 de diciembre de 1965, el Señor le puso delante otra obra, fundando los Misioneros de la Anunciación.
La venerable Berenice, vivió con gran fidelidad y alegría su consagración al Señor, quiso inmolarse, identificarse con Cristo, dirigirse al suplicio de la Cruz y acoger la muerte con un amor más fuerte y más grande. El lema de su vida fue: la voluntad de Dios. Se preparó con una larga enfermedad para subir al Calvario, consumiéndose como hostia de amor y reparación. Murió en Medellín, el 25 de julio de 1993.
Con motivo del natalicio de nuestra fundadora, las Hermanitas de la Anunciación presentes en la Diócesis de Cúcuta, expresamos gratitud a Dios por permitirnos ser continuadoras de su legado en esta Iglesia Particular.