Desde la Catedral San José, en horas de la mañana del pasado sábado 15 de junio, se celebró la Sagrada Eucaristía de ordenación diaconal y presbiteral que por imposición de manos y oración consecratoria del Obispo de la Diócesis de Cúcuta, Monseñor José Libardo Garcés Monsalve, fueron concedidos a la Iglesia diocesana, siete servidores que se han formado durante varios años en el Seminario Mayor Diocesano San José, para apacentar, santificar y acompañar al pueblo de Dios.
Reunidos en la Catedral San José, los sacerdotes, diáconos, seminaristas, fieles bautizados y familiares, estuvieron muy atentos a cada uno de los ritos y momentos de esta sagrada celebración que presidió monseñor José Libardo, y quien, tras la presentación de los siete candidatos ante toda la comunidad, inició su homilía diciéndole a aquellos jóvenes ordenandos que: “La vocación ante todo es una iniciativa de Dios, no me eligieron a mí, yo los elegí a ustedes”. Una frase que sin duda los invita a trabajar constantemente en el servicio que el Señor les ha encomendado. Asimismo, les dejó el mensaje de la misión que debe cumplir cada uno: “Nuestra misión es ser sacerdotes para evangelizar al pueblo de Dios que se nos confía, de ahí que el compromiso del sacerdocio lleve el sello de lo eterno, somos consagrados para siempre” y por último añadió que: “La vocación sacerdotal es un don tan grande para la iglesia, que ya ustedes hacen parte de cristo, pertenecen a Cristo y a la Iglesia, que es su esposa inmaculada”.
Además, insistió en la importancia de reconocer que el mal puede acechar el camino de la vocación, si no están en constante oración, buscando la fortaleza de la fe y de su ministerio: “Cuando reconocemos la propia debilidad de rodillas ante el Señor, seremos fuertes. Es una actitud de humildad, transparencia y verdad les hará reconocer con gozo que la vocación sacerdotal es una opción que llega al fondo de las realidades de la existencia”.
Antes de finalizar la homilía, les recordó que cada uno de ellos “se nos confía un pueblo de Dios, un tesoro, un don, donde cada uno debe dar lo mejor de sí en cada parroquia en el centro o en la periferia” haciendo alusión a las palabras que expresó el Señor en el Evangelio de San Juan: “Y los he destinado para que vayan y den el fruto abundante” (Jn 15, 16).
Tras culminar los ritos Sagrados, la imposición de las manos por parte de todo el clero a los neopresbíteros, en medio de gran alegría y fervor por parte de cada uno de los feligreses y familiares de estos jóvenes recién ordenados, les dieron la bienvenida a los nuevos ministros del Señor.
El Obispo de la Diócesis de Cúcuta, de manera muy especial le pidió a los fieles bautizados que se encontraban en el recinto Sagrado, encomendar en sus oraciones diarias a los nuevos diáconos: Jesús Fernando Fajardo Castellanos, Oscar Julián Ibarra García, José Adrián Arias Quijano y Elkin Jesús Ardila Boada; y a los neopresbíteros: Héctor Gabriel García Torres, Fabio Enrique Durán Pinto y Rubén Alonso Peñaranda Pérez para que el Espíritu Santo los guíe y la Santísima Virgen María, junto a su esposo, san José, los acompañe en este nuevo camino que han emprendido a ejemplo del Buen Pastor en cada una de las comunidades que les han sido encomendadas.