¿Te cuesta rezar y no sabes cómo dirigirte a Dios? Este libro puede ayudarte

El texto “¿Qué es la oración?», escrito por el Padre Ricardo Reyes Castillo, experto en Liturgia, ofrece al lector los recursos necesarios para iniciar un diálogo con el Señor y comprender el significado de la oración, esencial en la vida de fe. El sacerdote panameño explica en una entrevista con ACI Prensa que no hay una «fórmula mágica» para rezar correctamente, sino que se trata de entablar un diálogo con alguien que da sentido a nuestra existencia y ofrece una respuesta a nuestros sufrimientos. Para él, la oración es tan esencial como respirar y a veces es suficiente detenerse un momento y contemplar el cielo.

Foto tomada de: Jesuitas ARU

El libro disponible en Amazon, utiliza la metáfora de la «ascensión a la montaña» (empleada por varios místicos a lo largo de la historia) para explicar el valioso tesoro que se encuentra en la oración. Al igual que su anterior obra «Qué es la Misa», el autor utiliza ilustraciones que podrían parecer dirigidas a niños, pero están destinadas a jóvenes y adultos que buscan comprender el sentido de la oración y encontrar formas de dialogar con el Señor, especialmente en momentos de dolor y soledad.

El autor explica a ACI Prensa que este estilo sencillo y juvenil tiene como objetivo comunicar de manera accesible el lenguaje de la fe; destacando que el mayor desafío para los sacerdotes es encontrar nuevas formas de hablar al hombre contemporáneo. La metáfora de la montaña se refiere al camino de la vida, que nos permite tener una perspectiva diferente del entorno que nos rodea y una nueva forma de entender las cosas.

El Padre Ricardo Reyes enfatiza que la oración debe ser un diálogo continuo, como hablar con alguien a quien amamos: “No se trata de hablar una vez y ya, sino de descubrir constantemente al otro y sentirnos amados, manteniendo una relación constante”. Según él, saber orar no es solo importante, sino fundamental, recordando las palabras de San Agustín, quien afirmaba que «nuestro corazón está inquieto hasta que no encuentra a Dios».

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