Foto: Centro de Comunicaciones Diócesis de Cúcuta
El miércoles 13 de octubre, en la capilla del Seminario Mayor San José de Cúcuta, se celebró la Sagrada Eucaristía, donde doce seminaristas recibieron de manos de Monseñor José Libardo Garcés Monsalve, Obispo electo de esta Iglesia Particular, el rito de admisión a las órdenes sagradas, comprometiéndose a continuar su proceso formativo para el sacerdocio ministerial.
Foto: Seminario Mayor San José de Cúcuta
Acompañados por el padre rector del Seminario, José María Castro Almanza, P.S.S., sacerdotes y seminaristas, los candidatos que declararon libre y públicamente su disposición de acceder a las órdenes sagradas, fueron: Héctor Gabriel García Torres; Rubén Alonso Peñaranda Pérez; José Adrián Arias Quijano; Óscar Julián Ibarra García; Edinson Joaquín Aparicio Gómez; Harold Farid Galvis Vanegas; Yeinson Jair Gamboa Pérez; Robinson Arley Remolina Acevedo; Wilinton Rodríguez Castrillón; Luis Alberto Rodríguez Marciales; Alex Johan Sarmiento Camargo; y Albeiro Vargas Pabón.
Monseñor José Libardo, en su homilía, aseguró que, en el Evangelio de Lucas, por estos días “se nos ha puesto centrarnos en Jesucristo y tener claro que no debemos pedirle signos al Señor, porque el mismo Jesús es ya un signo”, manifestó. Y ubicándose en el contexto actual, el Obispo electo asegura que “la gente le pide a Dios muchos signos y cosas extraordinarias”, pero “nosotros como pastores y los aspirantes al sacerdocio, tenemos que vivir la centralidad en Cristo y así mismo, predicar y transformar la humanidad desde la coherencia de vida entre lo externo y una vida interna abierta interna abierta únicamente a la gracia de Dios”.
Por otra parte, en la celebración eucarística, el seminarista Manuel Jahir Jiménez Rivera, candidato al diaconado, realizó su profesión de fe, como declaración libre para ser incardinado en esta Iglesia Particular y servir al señor Obispo y a los sacerdotes en los ministerios de la liturgia y la Palabra.
Finalmente, Monseñor José Garcés, explicó que consagrarse en el sacerdocio, es entregarle fidelidad a Jesucristo y a la Iglesia, porque a Jesús “lo seguimos como nuestra Verdad y en la Iglesia, prometemos obediencia a la voluntad de Dios”.