“Seamos solidarios, celebremos la vida”

 

Reunidos en el Centro de Comunicaciones, representantes dela Iglesia Católica, periodistas, personas comprometidas con la defensa de la vida y la dignidad de la mujer, conocieron los objetivos de la también llamada Campaña de Cuaresma, que busca sensibilizar a las personas sobre el valor sagrado de la vida y la importancia de compartir los bienes para dignificarla. La meta para este año, señaló el padre Abimael Bacca, Director de Pastoral Social diocesana “es el recaudo de 200 millones de pesos, que serán destinados a la construcción de un Centro de Atención Integral para la Mujer Embarazada en crisis”.

Como defensores de la vida nos preocupa, retomando las palabras del Santo Padre, “que estamos cayendo en la población del descarte”, lo vemos especialmente en la atención a los adultos mayores y en los niños por nacer. El CAM ( Centro de Atención a la Mujer Embarazada en Crisis) recibe todos los días a una mujer con el deseo de descartar a su hijo por nacer, muchas veces porque el padre no responde, es un embarazo deseado o porque la madre no posee las condiciones económicas para el sustento de su hijo. Estas situaciones están preocupando a la Diócesis. Nosotros que nos decimos defender la vida, tenemos que dar los medios necesarios para que cuando una mujer esté en estado de gravidez pueda parir a su hijo en las mejores condiciones psicológicas, familiares e indudablemente con lo que le corresponde a cada hijo”, explicó el padre Abimael Bacca al referirse a la problemática social que atenderá la campaña este año.

Respecto a la manera de vincularse a la campaña el sacerdote precisó: “tenemos la estrategia de unos sobres, más de 40 mil,  y 6 mil alcancías, que serán distribuidas en colegios y parroquias. Asimismo,  se pueden vincular a esta noble causa a través de la Cuenta Corriente N° 13032116010000648 BBVA – COSPAS”.

Los frutos de la campaña en años anteriores:

Los frutos de la CCCB de los años anteriores han sido destinados a importantes procesos y obras para las comunidades norte santandereanas como: la formación de líderes y familias campesinas e impulso a nuevos proyectos y entrega de insumos para los mismos; asimismo, se proyectó una sensibilización por el buen trato a los niños y niñas.

Ante la eventualidad de la ola invernal y la desaparición del casco urbano de Gramalote, se apoyó a las familias damnificadas destinando los frutos de la campaña del 2010 para el subsidio de arriendos y suplir las necesidades básicas de esta población.

Lo recaudado en la campaña del año 2011, se invirtió en primer lugar en la compra de un terreno en la finca “La Palestina” de la vereda Valderrama, destinado a la construcción de 80 alojamientos para igual número de familias damnificadas de la catástrofe ocurrida en el hoy extinto casco urbano del Municipio de Gramalote, de igual manera se realizó un proceso de acompañamiento y ayuda humanitaria para estas familias.

En el 2012, los frutos se destinaron a los damnificados de la ola invernal y en el 2013 a la edificación de la Iglesia, con el propósito de construir templos y fortalecer la fe en las comunidades más necesitadas.

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