Fotos: Centro de Comunicaciones de la Diócesis de Cúcuta
El sábado 2 de abril, se celebró en la Catedral San José la solemne Eucaristía de entronización de las reliquias del beato padre Luis Variara, una gestión realizada por la congregación de las Hijas de los Sagrados Corazones de Jesús y María, y el Movimiento Secular Padre Luis Variara, presentes en la Diócesis de Cúcuta.
Las reliquias son restos del cuerpo o la vestimenta de aquellos que dieron en vida testimonio de Jesucristo y gastaron su tiempo en la tierra a causa del Evangelio. Las reliquias del padre Luis Variara -traídas desde Agua de Dios (municipio de Cundinamarca)- pertenecen al grado ‘Ex ossibus’, nombre en latín para designar a los fragmentos óseos de los beatos y los santos.
La celebración fue presidida por el Obispo de Cúcuta, Monseñor José Libardo Garcés Monsalve, quien expresó que el padre Luis Variara es un beato de lo cotidiano y es la expresión de que “la santidad debe ser lo ordinario en la vida de un cristiano”. Monseñor afirmó que son muchas las virtudes del beato, pero hizo énfasis en dos causas, primero, su preocupación por la juventud, donde “siguiendo su espíritu salesiano”, animó la formación de niños y adolescentes “con valores humanos y cristianos, para que ellos pudiesen hacer un camino de conversión y santidad”, esta línea la siguen aún las instituciones académicas que se encuentran bajo su patrocinio.
Segundo, el servicio brindado a los más vulnerables y discriminados, como lo fueron los enfermos de lepra, a quienes, en Agua de Dios, atendió en “un ejercicio de caridad: humilde y sencillo”, aseguró el Obispo.
Entronización a la parroquia San Antonio de Padua
Esta celebración significativa y profunda para la vida cristiana, también estuvo presenciada por la comunidad educativa: colegio Padre Luis Variara, colegio Sagrados Corazones y el colegio Luis Gabriel Castro (Villa del Rosario). Al finalizar la Eucaristía, se realizó una peregrinación para entronizar una de las reliquias del beato en la parroquia San Antonio de Padua (Cúcuta), ya que allí fue sepultado inicialmente (año 1923), más tarde, en el año 1932, sus restos fueron trasladados a la capilla de las Hijas de los Sagrados Corazones en Agua de Dios.