En el marco del 167º aniversario de Gramalote, este miércoles 27 de noviembre se celebró la primera Eucaristía en el Altar Mayor del nuevo templo San Rafael, una obra que marca un hito tras 14 años de reconstrucción comunitaria luego de la tragedia que devastó el municipio en 2010. La remoción de masa que destruyó el casco urbano también arrasó con el antiguo templo, pero no logró extinguir la fe de sus habitantes.
La comunidad, liderada por sus sacerdotes, ha mantenido viva la esperanza y el esfuerzo conjunto, lo que ha permitido avanzar en la construcción del nuevo templo en el renovado casco urbano de Gramalote, que actualmente cuenta con la cúpula central situada sobre el altar, y las capillas laterales.
Una jornada de fe y comunión
La jornada comenzó a las 8:00 a.m. con el recibimiento de monseñor José Libardo Garcés Monsalve, Obispo de la Diócesis de Cúcuta, acompañado por el Arzobispo emérito de Villavicencio, monseñor Óscar Urbina Ortega, y sacerdotes de nuestra Diócesis, entre ellos el párroco de San Rafael de Gramalote, Samuel García Botello, y el vicario parroquial Héctor Gabriel García Torres, y demás sacerdotes de esta Iglesia Particular. También estuvieron presentes futuros confirmandos, autoridades civiles y militares, y una réplica de la imagen de Nuestra Señora del Rosario de Monguí, entronizada al inicio de la Eucaristía.
La jornada comenzó con un acto protocolario en el parque principal, donde se celebró el aniversario del municipio. Monseñor José Libardo dio su bendición a cada vereda y barrio, y posteriormente, se trasladó al templo en construcción para la primera Eucaristía en el Altar Mayor.
Mensajes de esperanza y unidad
En su homilía, monseñor José Libardo destacó el papel de la Virgen María como modelo de vida cristiana: “La Santísima Virgen María es nuestra Madre… modelo de vida cristiana”, señalando que en ella se refleja la disposición para cumplir la voluntad de Dios. De igual forma invitó a los fieles a reconocer a Jesús como guía en medio de las adversidades, afirmando que esto es posible “en compañía de la Santísima Virgen María y San José”.
Dirigiéndose a los gramaloteros presentes, recordó que, pese a las dificultades de los últimos 14 años, “la fe en comunidad es la que los impulsó a seguir caminando, porque en Dios encontramos sentido… Él es la barca en medio de la tormenta quien nos tiene aquí hoy”.
Monseñor también exhortó a los confirmandos a pedir los dones del Espíritu Santo, ya que este les fortalecerá en su vida cristiana. Además, resaltó que la construcción del nuevo templo es un esfuerzo conjunto entre el párroco y la comunidad: “El templo se va construyendo como un homenaje a Dios, el lugar de su presencia. Aunque la tragedia les quitó el templo, nunca se quedaron sin párroco y sin comunidad”.
Un símbolo de identidad
Monseñor concluyó afirmando que “lo que le da identidad y grandeza a un pueblo es su templo”, un lugar que refleja “la cercanía de Dios”. Destacó que el Altar Mayor, donde se realiza el sacrificio del Cordero, en compañía del Cristo, serán el centro de la vida espiritual y contemplativa de la comunidad.
La obra del nuevo templo avanza gracias al esfuerzo colectivo y la generosidad de personas de buena voluntad. Las donaciones para la construcción pueden realizarse a la cuenta Bancolombia: 8001679751514, con el NIT de la Parroquia San Rafael de Gramalote: 890500693.