Foto: vaticannews.va
Este martes, el Papa Francisco celebró la Eucaristía en la casa Santa Marta y explicó que el demonio “siembre el odio en el mundo, que provoca la muerte”. Reflexionando desde el libro de la Sabiduría 2:23-3:9.
Su Santidad explicó que “Dios nos ha creado a su imagen, somos hijos de Dios (…) Pero por la envidia del demonio, la muerte entró en el mundo”. Aquel ángel que, por desobediencia de servir a los hombres, salió del cielo a destruir la humanidad.
Aquella soberbia inicia desde el corazón con el deseo de envidia, venganza, celos y competencia, dejando de lado el apoyar al prójimo y a amarle como Dios lo ha mandado.
“Caín y Abel eran hermanos, pero los celos, la envida de uno destruyó al otro”, quien comparó esto con la situación violenta por la que el mundo estaba pasando. “Las guerras, las destrucciones, la gente que por las guerras muere de enfermedades”.
Además, habló de lo que sucede antes de cometer una ofensa a Dios: “Detrás de esto hay alguien que nos mueve a hacer estas cosas. Esto es lo que llamamos tentación. Cuando vamos a confesarnos, le decimos al sacerdote: ‘Padre, he tenido esta tentación, esta otra, esa otra…’. Alguien que toca tu corazón para hacerte ir por el camino equivocado. Alguien que siembra destrucción en nuestros corazones, que siembra odio. Y hoy debemos decirlo claramente, hay tantos sembradores de odio en el mundo, que destruyen”.
El Sumo Pontífice aclaró por qué hoy en el mundo se siembra tanto odio: “En las familias, que en ocasiones no pueden reconciliarse, en el barrio, en el lugar de trabajo, en la política… El sembrador de odio es esto. Por la envidia del demonio la muerte entró en el mundo. Algunos dicen: pero padre, el demonio no existe, es el mail, un mal así etéreo. Pero la Palabra de Dios es clara”.
Finalmente, dirigió su oración para que el Señor aumente la fe de cada uno de sus hijos, «para luchar con nuestra carne y ganar en nuestra carne».