Papa visitó a los niños enfermos del Hospital Pediátrico Prokocim en Cracovia

El Santo Padre llegó al lugar a las 4:27 p.m. (hora local) acompañado de su séquito, del Cardenal Dziwisz y de la Primera Ministra de Polonia, Beata Szydlo.

En sus breves palabras de bienvenida, Szydlo dijo al Pontífice que el hospital “es un lugar realmente especial, donde las palabras fe, esperanza y amor tienen un gran significado. Estas palabras acompañan a este personal las 24 horas con estos pacientes en condiciones difíciles”.

La Primera Ministra agradeció al Papa por sus sabias palabras y por la simplicidad al enseñarlas, además le ha gradeció al Santo Pontífice por enseñar a amar al prójima.

A continuación el Papa se dirigió a los niños enfermos, sus familiares, los médicos, enfermeras y personal administrativo presente, y les dijo que le gustaría poder acompañar uno a uno a los pequeños “y juntos guardar silencio ante las preguntas para las que no existen respuestas inmediatas. Y rezar”.

El Santo Padre alentó a multiplicar las obras de la cultura para combatir la del descarte, y resaltó que “servir con amor y ternura a las personas que necesitan ayuda nos hace crecer a todos en humanidad; y nos abre el camino a la vida eterna”.

“Quien practica las obras de misericordia, no tiene miedo de la muerte”, subrayó.

Francisco exhortó a quienes sirven a los enfermos a proseguir en su labor en “este como en cualquier otro hospital del mundo. No quisiera olvidar aquí el trabajo de las religiosas, muchas religiosas que dan la vida en los hospitales”.

El Papa saludó uno a uno a los niños enfermos, los bendijo y les obsequió rosarios. Una de las niñas presentes le regaló un corazón rosado que hizo especialmente para él. Antes de retirarse el Santo Padre rezó con todos un Ave María.

 

Resumen de Agencias Católicas

Imagen: Zenit

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