Los obispos de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) se pronunciaron ante el paro nacional de maestros que ya lleva más de un mes y señalaron que “se ha convertido en una verdadera emergencia educativa”.
El paro de maestros, agrupados en la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (FECODE), comenzó el pasado 11 de mayo.
Los maestros solicitan aumentos salariales y algunas otras medidas en su favor, pedidos que redactaron en un petitorio el pasado 28 de febrero. Para ello están en diálogo con el gobierno.
El último día de los diálogos fue este jueves 15 de junio hasta altas horas de la noche, jornada que concluyó sin acuerdos.
El jueves 15 de junio los maestros también realizaron diversos plantones ante las Secretarías de Educación en diversas ciudades. En Bogotá la manifestación fue masiva, lo que generó el caos vehicular.
Ese mismo día el Presidente Juan Manuel Santos escribió en su cuenta de twitter: “Queremos un acuerdo con los maestros, pero sin poner en riesgo las finanzas públicas. Le pido a @fecode que revise nuestra razonable oferta”.
Sobre estos sucesos, los obispos afirmaron que siguen “nos inquieta que no se haya podido llegar a un acuerdo en torno a las demandas y situaciones que los docentes han hecho evidentes en sus protestas y pronunciamientos”.
“Percibimos que este paro se ha convertido en una verdadera emergencia educativa con hondas repercusiones en todas las instancias sociales, en especial la familia”.
La Iglesia, prosiguen los prelados, siempre ha defendido el valor de la tarea educativa. Los obispos también recuerdan las palabras del Papa Francisco que ánima a los maestros a ser “artesanos de humanidad”.
Por ello alentaron a “propiciar cuanto sea necesario para que pueda darse un diálogo sereno y bien dispuesto entre el Gobierno y los maestros, de modo que se llegue pronto a acuerdos justos, equitativos y que respondan a la realidad por la que atraviesa el país”.
Los obispos pidieron asimismo que se tenga en cuenta “las dificultades de un sinnúmero de familias a causa del paro, pues no tienen posibilidades para acompañar u ocupar a sus hijos desescolarizados”.
Fuente: Aciprensa