El pasado 26 de julio, en la inauguración de los Juegos Olímpicos París 2024, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) se unió a las otras Conferencias Episcopales, Iglesias Particulares y religiones, para manifestar su indignación ante las «desagradables escenas de escarnio y burla del cristianismo».
Ante estos hechos, la Iglesia Católica en Colombia se solidariza con la Iglesia Católica en Francia y, en comunión con la Conferencia del Episcopado Francés (CEF), reafirmaron que las competencias Olímpicas deben ser un espacio que favorezca la unidad y la fraternidad en el mundo.
La CEF emitió un comunicado en el que enfatizó la importancia de los valores y principios promovidos por el deporte y las Olimpiadas para la unidad y fraternidad mundial, lamentando la presencia de escenas de escarnio y burla hacia el cristianismo en la ceremonia de apertura. Por último, agradecieron la solidaridad de miembros de otras religiones y se resaltaron el deporte como una actividad humana que alegra y promueve la unidad y hermandad humana.