Monseñor Edgar Aristizábal Quintero nació el 2 de diciembre de 1965 en Cartago (Valle), en el hogar de Luis Arturo Aristizábal Ramírez y Olga Quintero Bedoya. Completó su educación primaria y cursó el bachillerato en el Seminario Menor de Cartago. Estudió filosofía en el Seminario Mayor San Pedro Apóstol de Cali y en el Seminario Mayor Nuestra Señora de la Anunciación en Cartago; y teología en el Seminario Mayor Nuestra Señora del Rosario en Manizales y en el Seminario Mayor de Cartago. Tras ser ordenado presbítero, obtuvo la licenciatura en teología bíblica en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma.
Monseñor Edgar, quien ha ejercido como obispo de la Diócesis de Yopal desde junio de 2017 y el pasado 24 de mayo, la Santa Sede anunció que el papa Francisco lo nombró para liderar la Diócesis de Duitama-Sogamoso. Antes de ser designado obispo por el papa Benedicto XVI en 2011, monseñor Edgar Aristizábal, como presbítero, dirigió el Departamento de Doctrina y Ecumenismo del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano entre 2009 y 2011. En la actualidad, preside la Comisión Episcopal para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y del Diálogo Interreligioso de la Conferencia Episcopal de Colombia.
Desde el 3 de marzo de 2023, esta jurisdicción eclesiástica en el departamento de Boyacá había sido administrada por el padre Óscar Iván Pinzón Bonilla, tras ser designado por el Colegio de Consultores, luego de que monseñor Misael Vacca Ramírez lo nombraran arzobispo de Villavicencio. Al conocer su nuevo nombramiento, monseñor Edgar expresó su agradecimiento al Santo Padre por esta nueva misión y manifestó su gratitud hacia la Iglesia en el departamento de Casanare.
«Doy gracias a Dios cada día por el don de la vida y la vocación a la que me ha llamado. Agradezco al Santo Padre, el papa Francisco, por el nombramiento como Obispo de la Diócesis de Duitama-Sogamoso. Asumo con fe y humildad esta nueva misión, con la esperanza de servir con responsabilidad y alegría a esta parte del pueblo de Dios. Mi gratitud eterna a todos mis hermanos de la Diócesis de Yopal; sacerdotes, diáconos, religiosos y religiosas, y fieles laicos en general, con quienes he compartido el camino y experimentado el amor y la misericordia de Dios», afirmó con mucho sentimiento monseñor Edgar.