Fotos: Centro de Comunicaciones Diócesis de Cúcuta
Con una evidente tristeza en la comunidad del barrio Torcoroma, por la ofensa a su fe, se dio inicio a la eucaristía celebrada por el Obispo de la Diócesis de Cúcuta, Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid.
En la parroquia Nuestra Señora de Torcoroma se volvió a celebrar la Santa Misa, después del sacrilegio que sufrió en días pasados, cuando fue hurtado el Santísimo Sacramento, con el Sagrario y los copones en los cuales estaban las Sagradas Formas.
Monseñor Víctor Manuel realizó el acto de reparación con Jesús Eucaristía presente en medio de la comunidad. Dijo Monseñor que «está parroquia tiene que ser profundamente eucarística. La Iglesia vive y se alimenta de la eucaristía. El Señor nos alimenta para mantenernos unidos al él y para darnos la vida eterna”.
“Hoy ofrecemos este sacrificio de Cristo maltratado que es para todos signo de redención. La eucaristía es un don, es un pan para ser comido que da la vida eterna, un pan para ser adorado”. De esta manera, el Obispo de esta Iglesia particular ofreció este sacrificio reparador.